GRISES

GRISES 

01/03/2018

Sala El Sol, Madrid

Comenzar en Madrid siempre es símbolo de valor y ganas y es que la banda de Zestoa GRISES decidía comenzar su nuevo tour de presentación «De peces y árboles» en la capital en uno de los días más lluviosos de los últimos meses.

Ganas e ilusión en un escenario ya conocido parael grupo. La mítica sala El Sol volvía a ser lugar, tiempo después de su anterior concierto, de arrancar la gira de un nuevo trabajo que va a darles muchas alegrías.grises el sol madrid

La lluvia y el frío, a pesar de ser jueves, no son buenas compañeras para tocar en directo. A pesar de ello, la entrada para verles fue buena y, a tenor de lo vivido, acertada y es que los saltos y el buen rollo se adueñaron de todos los que allí estuvimos.

La formación vasca desprende sutileza y genio sobre el escenario, alentado por la sencillez y simpatía que desprende el quinteto, bien liderado por Eñaut y Amancay, verdadera maestra de ceremonias para presentar temas y hacer las introducciones necesarias.

grises el sol 2

Sin duda, su nueva obra les devuelve a la energía y derroche escénico de «Animal», pero sin dejar de lado esos momentos tan tropicales y fiestero sintetizados de «Erlo». El conjunto del que ya es un gran repertorio da como resultado conciertos bailables a la par que sudorosos como el que pudimos disfrutar.

La conjunción y estilazo que desprenden no hacen más que animar a todos y cada uno del respetable a sumarse a su fiesta musical. Desde que empiezan a sonar temas con los que calentar directamente «Papel quemado» o «Formas» pasando por la enérgica «Grita» a la épica mágica de «El impacto» a la intensidad emocional de «Intrépido estúpido».

De por medio agradecimientos y reivindicación de la mujer por parte de Amancay en unos momentos en los que debemos apoyar cualquier acto femenino para atar el momento con el buen rollo que despierta «Cactus» a la sintética, ochentera y pegadiza «Wendy».

Momento de lucidez y brutal derroche festivo y coral de «Comida para insectos» ese hit single de órdago que y como vimos, ya es un referente para su público, cantándola y bailándola como si de su querido «Laberinto» se tratara.

grises el sol panoramica

Bajo la energía de Amancay, un ciclón rubio y el gancho vocal de Eñaut, la banda se cohesiona sin perder un momento la sonrisa, de los que disfrutan uniéndose a los suyos y echándole arrojo con ese conjunto tan diverso y llamativo de canciones. El estilo pegadizo de «El hombre bolígrafo» es de esos referentes que debes ponerle a alguien que no les conozca mientras que «Animal» nos vuelve locos en un acto de llamada al verano.

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Y para la recta final qué decir de «Mi mejor fracaso» a lo instrumentalmente festivo de «Avestruz» dejando en alto a la Sol.

Tropicales, sinceros, enérgicos, simpáticos, sabiendo jugar con la sencillez en lo escénico y centrando la mirada y oídos en esos cánticos que hacen nuestros y que, en directo, se convierten en un derroche de buen rollo al que todos nos sumamos. Siempre es una fiesta volver a verles. Su nuevo legado no hará más que darnos alegrías.

Miguel Rivera