ALBERTO SAN JUAN

Suele ser un bonito placer hablar cara a cara con artistas en un modo profesional pero también personal, pero lo es más cuando te encuentras de frente a artistas con la trayectoria de Alberto San Juan, un artesano del oficio que siempre afronta una entrevista sin miedo a responder cuando le preguntan, algo muy de agradecer para el entrevistador.

Alberto vive un momento dulce e intenso ya que acaba de estrenar la ya más que aplaudida serie «Cristobal Balenciaga» en Disney +, un reto del que sale reforzado en el papel del misterioso modisto, que borda bajo interpretación mayúscula. Pero también lo hace en su obra «Macho Grita» desenvolviéndose nuevamente sobre las tablas, ahora en el Teatro Pavón de Madrid con funciones hasta el 29 de febrero, donde nos muestra un relato masculino haciendo un repaso a la historia oficial de España con un punto de vista crítico y musical también.

En ese mismo teatro nos reunimos con él en un encuentro en el que con la urgencia del «directo», apurábamos los minutos agradecidos sin duda por la generosidad de quien tiene tantas tablas que no le importa realizar una entrevista y posar para unas fotografías con las puertas abiertas del teatro, a pocos minutos de tener que subir al escenario.

Ese es Alberto San Juan, un artista con mucho recorrido y capaz de contestar a cualquier cosa con raciocinio y la calma que muestra alejada del intérprete cómico con el que muchas veces lo relacionamos.

De vida, obra, pasado y presente, del oficio de actor y sus malos momentos, de lo imprevisible de dicho trabajo y de los tiempos políticos actuales profundizamos en un recorrido de minutos, pero donde podríamos pasar horas.

alberto san juan
© Arturo de Lucas / RockTotal

Si echamos la vista atrás y ahora que se han cumplido recientemente dos décadas de ‘Días de fútbol’, ¿en qué ha cambiado Alberto San Juan en este tiempo y en qué momento te encuentras?

Pues espero haber madurado algo en estos veinte años, y también he envejecido seguro. Si miramos en perspectiva empecé con el teatro y sigo con el teatro, empecé escribiendo y sigo escribiendo, el paso del tiempo es algo muy curioso porque por una parte sientes que eres el mismo y por otra que no tienes nada que ver, no es algo que se pueda atrapar con la razón.

La serie ‘Cristobal Balenciaga’ puede ser tu proyecto más grande, algo curioso después de tantos años en el oficio.

Desde luego en cuanto a dimensión y relevancia nunca había hecho un personaje tan protagonista de un proyecto tan largo y que tuviera tanta difusión, así que en ese sentido es sin duda el proyecto de mayor alcance en toda mi vida.

¿Hay algo que se parezca entre Balenciaga y Alberto San Juan?

Lo primero de todo que ambos somos seres humanos y que los ingredientes de los humanos son los mismos cuatro o cinco, lo que pasa que cada ser tiene sus circunstancias, su tiempo histórico, etc. Además, y aunque él sea un genio y yo sea con suerte un actor del montón, ambos tenemos en común que nos hemos embarcado en proyectos creativos sean estos de la dimensión que sean y las inseguridad que conllevan con sus alegrías también. El Balenciaga de la serie, el personaje imaginado sobre los pocos datos objetivos que existen sobre él, lo siento como alguien muy cercano.

A día de hoy existen numerosas plataformas audiovisuales, ¿se han abierto las posibilidades laborales?

Ahora mismo hay mucho trabajo aunque el oficio de actriz y actor es uno de los que tienen mayor paro, pero es cierto que en este momento hay oferta. En el oficio todos pensamos que irá reduciéndose porque hay un nivel de producciones que parece insostenible, pero afortunadamente está dando lugar a que se hagan ficciones televisivas de una calidad que apenas se había visto antes, y ahora hay muchas series excelentes.

Hay mucho contenido y cuesta elegir, ¿crees que hay una burbuja en cuanto a producciones?

No sólo cuesta elegir como dices, es que yo ya ni sé qué series que se hacen, no tengo ni idea, la mayoría no las conozco pero es que ni siquiera las españolas y esto es algo inédito porque antes podía verlas o no, pero sabía qué series se estaban haciendo y ahora no tengo ni idea. En estos momentos escucho «segunda temporada de tal serie» y no sabía que hubiera una primera, pero bueno, lo cierto es que se hacen series impensables hace unos años en cuanto a libertad artística, a profundidad y complejidad.

Hablas de libertad en tiempos en los que vuelve a darse cierta censura en la cultura ¿preocupa?

Principalmente como ciudadano y miembro de la comunidad humana cualquier forma represiva siempre preocupa. Hay ciertos síntomas preocupantes de censura, de momento son casos aislados y tampoco es nuevo, ha ocurrido antes, pero ahora parece que ocurre con más frecuencia. Creo que hay que estar alerta pero ya lo decía Machado en un texto maravilloso en el que hablaba de la libertad de expresión como algo muy importante pero secundaria con respecto a la libertad del pensamiento mismo, ¿de qué sirve la libertad de un pensamiento esclavo? Todo esto nos lleva a que primero hay que liberar un pensamiento esclavo y después su expresión.

¿Te has visto alguna vez en el precipicio de no saber cuándo volverás a tener trabajo?

Sí, por supuesto. Cuando la crisis de 2010 a mí me llegó un poquito más tarde mi dosis personal y estuve unos años en los que coincidió que se disolvió la compañía en la que había trabajado desde el principio, «Animalario», y que no me aparecía ningún trabajo en cine o televisión, estuve tiempo sin trabajar y no me extrañaría que pudiera volver a suceder algo así, porque este trabajo es completamente imprevisible.

¿Crees que vivimos mejor o peor que nuestros padres?

Mis padres nacieron y se criaron en los 30 y 40 en Valladolid y Cuenca, sufrieron por tanto lo más duro de la posguerra y el nacionalcatolicismo franquista. Ese trauma no lo he tenido yo más que en forma de eco a través de ellos, ellos vivieron peor sin duda.

Ahora que te veo vestido tan elegante antes de la función de «Macho grita», ¿qué interés te despierta la moda?

Me encantaría ir siempre vestido de una forma que me gustase y me viera atractivo, pero la mayoría de las veces me pongo lo que pilló y no me como la cabeza, la verdad.

alberto san juan
© Arturo de Lucas / RockTotal

¿Te paran por la calle?

Algo pero no de una forma que resulte en absoluto agobiante, hago mi vida normal y para nada me condiciona la vida.

¿Qué es la música en la vida de Alberto San Juan?

Pues algo fundamental. No soy un gran conocedor de música y siempre he sido torpe con los aparatos, y mira que ahora es fácil. Conectar un móvil a un buen altavoz me cuesta pero me fascina la música, es más, las dos últimas obras de teatro que he hecho, «Lorca en Nueva York» y «Macho grita», son con una banda de cuatro músicos en directo, por lo que la música es muy importante.

Salimos a protestar hace unos meses en defensa de la sanidad pública y luego nos encontramos mayorías absolutas. ¿Dónde nos sitúa como sociedad?

Creo que hay un problema muy grave y es que no existe apenas información libre, la mayor parte del enorme volumen de información lo emiten grandes grupos de comunicación que sirven a intereses privados y no al interés general. Creo entonces que es muy difícil vivir con los ojos abiertos cuando los principales canales de comunicación tienden a levantar cortinas de humo y a taparte los ojos.

¿La polarización nos afecta?

Sí. Que desde la política institucional se generen formas tan broncas y agresivas va filtrándose en la población. Yo creo que la convivencia entre vecinos y en la calle es mucho más amable que dentro de la clase política profesional, pero por supuesto los políticos y gran parte de los medios están alentando un ambiente muy tenso y polarizado, unos lo hacen mucho más que otros desde luego, unos tienen formas más agresivas y otros más dialogantes pero el caso es que el problema lo sufrimos todos.

Tú que no te cortas a la hora de hablar, ¿te ha llevado a tener problemas laborales?

Que yo sepa no, expresarme con libertad en público sobre temas políticos nunca se ha traducido en un veto profesional hacia mi persona, puede haber ocurrido sin que lo sepa, no lo sé.

Si tuvieras que elegir entre teatro, cine o televisión, ¿tendrías preferencia?

Pues mira, a mí en realidad lo que me importa es qué historia se cuenta, da igual el medio a través del que se cuente pero bien es cierto que en el teatro siempre he trabajado con compañía propia, y ahí he tenido mucha más libertad para elegir.

A la hora de elegir un papel u obra, ¿se tiene cierto temor a cómo lo reciba el público?

Por supuesto, está siempre la tensión propia de todo proceso creativo porque tú imaginas algo pero luego realizarlo es todo un proceso que no es fácil que salga bien, y una vez terminado mostrarlo al público pues siempre es difícil, porque puede salir fatal.

¿Mantiene uno los pies en el suelo?

Depende de cada uno. Vivimos en una sociedad dividida en clases y donde a las personas se las atribuye un valor distinto según lo que tienen y su posición social, entonces uno puede perder un poco los papeles cuando su entorno le dice que es algo especial, o cuando se ve en grandes carteles y cosas así, pero está en uno dejarse llevar por este tipo de situaciones o de mantenerse con los pies en el suelo.

¿Cómo ves Madrid como ciudad?

Pues es a la vez las dos cosas. Por un lado es acogedora y al mismo tiempo cada vez más hostil. Siempre ha sido una ciudad de encuentro y la gente en Madrid es maravillosa, pero una ciudad donde el alquiler de una casa o la compra en sí es inaccesible, se convierte en algo muy hostil, y una ciudad donde cada vez más todo se va convirtiendo en mercancía y acaba convertida en un centro comercial termina siendo algo desagradable y terrible. Dicho esto, a pesar de todo Madrid sigue teniendo su potencia e incluso con el turismo masivo y la mercantilización sigue siendo maravillosa.

¿Somos más individualistas?

Bueno, vivimos en una cultura absolutamente individualista que se llama capitalismo, yo creo que el ser humano tiene la elección de ser individualista o ser cooperativo y creo que naturalmente es más cooperativo porque es más fácil funcionar con la ayuda mutua que mediante la competición, pero vivimos en una cultura en la que somos educados para competir.

Para terminar, recomiéndanos una película, libro, disco y serie.

Pues mira, película te digo «Anatomía de una caída», me ha gustado muchísimo. Disco uno muy antiguo, «Veneno» del 77, serie pues «Balenciaga» y en cuanto a un libro ahora estoy con «Gozo» y me está encantando.

Texto: Miguel Rivera

Fotografías: Arturo de Lucas


Alberto San Juan ha estrenado al completo la serie «Cristobal Balenciaga» en Disney + y se encuentra actuando con la obra «Macho Grita» en el Teatro Pavón de Madrid. Toda la información sobre las funciones aquí