AMANECER PARTE 2

AMANECER Parte 2

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Todo principio tiene un final, y por supuesto, toda saga igualmente. El caso es que Stephanie Meyer puede considerarse novelista afortunada tras pasar fronteras y conseguir que su saga Crepúsculo se haya convertido en todo un fenómeno adolescente.

Su traducción al cine significa millones de dólares y el fenómeno fan doblegado ante tal capacidad de marketing y curioso éxito, digo curioso porque ha convertido a los vampiros en seres humildes y bondadosos, así como el amor entre un inmortal y una humana en una relación cuanto menos, pastelosa.

Poco importan las críticas, los malos comentarios y el exceso de azúcar, incluso unos efectos especiales que en toda la saga se han prestado raquíticos para una supuesta gran producción pero poco importa si cuentas con millones de fans enamoradas de su elenco de protagonistas, ya sea el lobo Jacob o el vampiro Edward.

Así y con todo, la saga comenzó bien para ir culminando en dos partes muy inferiores a sus tres primeras entregas. Al menos la edición en Blu Ray de Amanecer 2 cuenta con una parafernalia y ediciones variadas de pequeño a grande que entusiasmará sobremanera a sus seguidores.

La nuestra es edición simple y aún así supone un Blu ray + DVD con extra de audiocomentarios de su director Bill Condon, por lo que las ediciones superiores cuentan con extras y formatos de verdadero lujo. AMANECER 2 nos mete de lleno en la nueva vida de Bella, ya convertida en vampiro, donde nos presentan sus habilidades y la pequeña hija de ambos, en un entorno donde Jacob es uno más de la familia.

El miedo de los Volturi a la niña de ambos hace presagiar una guerra vampírica para la que los Cullen pedirán ayuda de lobos y clanes vampiro para afrontar la temible lucha final. Con más pulso que su anterior entrega (la peor de todas con diferencia) este Amanecer parte 2 es el esperado y melancólico final para sus fans. Un colofón con un final al menos con ritmo que resume la aventura de mortal a inmortal en un happy ending resumido de dicha pasión cinematográfica.

Álex Cotarelo