TRAVIS BIRDS

REGALO INESPERADO

Lo bonito de la música es que a veces, tanto para el oyente como para el propio artista, supone un regalo que de pronto alguien como TRAVIS BIRDS aparezca en la escena y, sin quererlo ni pensarlo, explotar ante nosotros haciéndose un importante hueco en la industria musical a base de talento. Esa parte inesperada, de sorpresa, hace más grande a una artista que tras un primer lanzamiento, ofrece una segunda obra en un momento idóneo. El ruido que comenzó a crearse en torno a ella, ahora es mucho mayor, afianzando la personalidad que le conocíamos en «La costa de los mosquitos», un álbum más personal si cabe, emocionante, intimista y sorprendente. Una de las grandes voces del panorama patrio, cantautora de arte desbordante y futuro inimaginable. Hablamos con ella, sin picaduras de por medio.

Ya está aquí “La costa de los mosquitos”, ¿cómo de fácil o complicado ha sido llegar a este momento, el de lanzar un segundo trabajo?

Ha sido complicado, una escalada 7C, pero he aprendido mucho en el camino. Digamos que cuidé mucho sacarlo en el momento, con la gente y del modo que yo buscaba y agité el arbol mucho tiempo hasta conseguirlo. Ahora que está fuera creo que acerté.

Para quien te conociera como el que lo haga ahora, ¿qué hay detrás de la música de Travis Birds? ¿en qué has cambiado desde tu primer álbum a este segundo paso adelante?

Este disco es más abstracto y onírico. «Año X» eran historias con cierta narración y desenlace que hablaban de actuaciones de valentía y respondían a una etapa musical más sencilla y en proceso de aprendizaje. «La costa de los mosquitos» es más un viaje al subconsciente con lo oscuro, raro y asalvajado que es eso. Musicalmente he buscado un sonido más folclórico en ocasiones, pero también pinceladas de otras referencias a las que me he podido acercar más tanto en la interpretación como en el sonido. Me gusta mezclar todo lo que me gusta.

Lanzar disco en pandemia no es algo sencillo, pero no podemos pararnos. ¿Cómo es para una artista editar en estos tiempos donde la incertidumbre que acompaña al directo y las presentaciones del mismo siempre están en el aire?

Intento no dejarme caer en el pesimismo de esta situación, evidentemente peor y trato de intentar ser mejor dentro de ella. Para mi, todo, haya o no pandemia, son situaciones que disfrutar o de las que curtirse, llegarán tiempos mejores y también volveremos al barro, todo es un constante ciclo. No es la situación idónea pero me gusta pensar que dentro de lo que es, también hay algo que nos hará mejores. Por otro lado me siento afortunada de poder sacarlo adelante y aunque de forma modesta y más espaciada, ir haciendo cada vez más conciertos.

¿Te sientes afortunada por cómo te recibieron en tu primer disco y el feedback inicial con este nuevo álbum?

Mi primer disco llegó solo a mi circulo más cercano y fueron viniendo oyentes con los años y de a poco, porque no tenía ni medios ni conocimientos para hacerlo llegar a la gente. Fueron pasando cosas que le han ido dando vida mucho tiempo después de publicarse y eso me hace muy feliz, porque me parece un gran disco. Y ahora, con «La Costa de los mosquitos» alucinando bastante con la acogida que está teniendo, porque es un disco rarito, que necesita una escucha más entregada de la que se da hoy en día a la música en general y es una pasada notar que se la están dando. ¡Un regalo!

Tras un año de pandemia, ¿en qué ha cambiado tu vida?

Intento disfrutar y tengo una gran ambición por ser mejor en lo que me gusta. Ahora mismo busco mi próximo personaje y la música que hará.

¿Qué se esconde tras “La costa de los mosquitos”?

Es un viaje al interior de cada uno, que me gusta representar con una isla en la cabeza donde estamos solos con nuestra propia naturaleza, hostil y fascinante. Llena de alimañas y plantas preciosas.

¿Por qué crees que hay tanto odio en redes sociales?, especialmente en Twitter.

Frustraciones, malos demonios y pocos viajes a sus islas mentales.

¿Estás yendo al cine, teatro o conciertos?

No tanto como me gustaría, pero porque afortunadamente estoy teniendo más trabajo que nunca.

¿Entiendes la música desde una butaca, sin moverte y sin socializar?

Es una forma interesante también, se hacen otras lecturas y es otra experiencia. Hay ciertas propuestas donde es la mejor manera de verlo, pero estoy deseando que vuelvan las opciones.

Tener conciertos a la vista, ¿ayuda para seguir con ilusión y ganas por hacer llegar tu música?

Más que nunca, estamos de gira y creo que la música en directo se está, en cierto modo, revalorizando, tanto por nuestra parte como por la del público.

¿Has sentido vaivenes en lo personal?

Sí, siempre los tengo, pero no los asocio solo a la pandemia, más al ciclo del que hablábamos antes.

¿Te gusta el formato físico?

Me gusta, pero vivo en una casa muy pequeña y no tengo reproductor. Cuando tenga mas espacio me haré coleccionista.

Cada viernes hay tantos discos y canciones, que parece todo se ha vuelto más efímero, es fast music, donde escuchamos tanto que igual no sacamos el jugo a los discos como antaño.

Me da pena horrible eso. No me gusta cómo se consume la música hoy en día ni lo rápido que tiene que ser todo. Intento no caer ahí, componer y escuchar lento y buscando profundidad y mundo.

Hablando del título, ¿qué es para ti un mosquito?

Para mi una representación de las obsesiones. Una lucha encarnizada y real contra un ser frágil, finito y sanguinario, me encantan.

Muchas gracias por tu tiempo. Lo mejor para el presente y lo que viene.

Igualmente, ¡un abrazo!

Miguel Rivera