ESNE BELTZA

ESNE BELTZA

07/03/2014

Siroco, Madrid

No hay mucho que decir de la escena vasca a estas alturas. Talento desbordante y un elenco de nuevas y viejas formaciones de diversos estilos que calan profundo con su energía y calidad. Dentro de esa escena media hay que destacar un grupo de reconocido prestigio ESNE BELTZA que poco a poco ha abierto camino fuera de sus fronteras para conseguir adeptos a una música de talento impresionante.

Porque el sonido de los Esne bebe de muchos estilos, abriendo caminos musicales donde el mestizaje sonoro es su seña de identidad desde sus comienzos. No hay un mal disco y «gora! refleja esa actitud abierta y genial.

Madrid volvía a contar con ellos, nuevamente en la sala Siroco para presentación del mismo. El escenario perfecto e incluso pequeño, porque la sala quedaba abarrotada y se convertía en hervidero de comienzo «Dubstep» y su «Welcome» con el que daban la bienvenida a un concierto de puños en alto, de fiesta, esa que cortes como «No tinc remei» y la festiva «Hona bostekoa» despiertan entre el respetable.

El calor esa soporífero quizás motivado también por los saltos y bailes en espacio reducido. Bandera de Euskadi en alto para recibir su «Bakardadean» llamando la atención el vibrante ritmo que sostenían en todo momento.

Juegos vocales, movimientos independientemente de lo limitado del espacio, a lo que ellos pronto ponen remedio, bajando sus cantantes al suelo y metiéndose en medio para sus piezas tradicionales «Arin arin» o «Inpernuko» donde la trikitixa toma todo su sentido, jugando a dos voces y volviendo para el desenfreno de la versión «Gora herria», haciendo bailar del primero al último.

Impresionante la conexión y talento musical de nueve músicos que disfrutaban, que reivindicaban en alto y daban las gracias a los de Madrid por presentar tal aspecto.

Da gusto ver el apoyo que a veces reciben las buenas bandas menos grandes en puntos como Siroco mientras la fiesta mestiza dejaba en el camino más buena música «Hotza» o «Quien manda» seguramente de lo mejor de su «Gora!» tomando una recta final con «Gotti» y «Bagoaz» que volvía a poner el listón sumamente alto.

Convenciendo a un compañero para asistir sin conocerlos, su impresión al final fue la de toda la Siroco, un espectáculo envidiable que debería contarse en todos los festivales y en las escuelas de directo para conocer cómo debe uno afrontar un concierto sobre el escenario. Mucho talento y tablas, verdadera fiesta. Eskerrik Asko, ¡Esne Beltza!

Miguel Rivera