HARA-KIRI

HARA-KIRI

Avalon, Cameo

Takashi Miike ha demostrado en los últimos años ser un abanderado de las películas de samuráis de estilo más clásico y efectivo. Pasmosa forma de dirección y talento indiscutible a la hora de rodar las escenas de acción bajo un prisma sentimental, profundo y de amplio espectro moral.

Es así como con su anterior obra 13 Asesinos dio toda una lección de dirección para con su revisión del clásico HARA-KIRI Muerte de un Samurai volver a conseguir los aplausos de la crítica. Aquí Miike aprovecha un goteo de información comenzando casi por el final para en forma de historia darnos de bruces con la tradición samurái donde el Hara-kiri se practica por honor de un guerrero.

En el film nos cuenta la historia desde el prisma de un padre que decide acudir a la casa Lee, donde llevar a cabo su suicidio. Pero lo que esconde es otra intención, por la que descubrimos a lo largo de casi dos horas la triste historia de quien pierde todo tras el falso suicidio de su “hijo”.

El dolor, la muerte y el hambre se unen para ir de la felicidad a la tristeza y muerte con mano firme, quizás bajo un ritmo ligeramente lento por momentos pero de impacto visual por su solvencia y representación de quien va perdiendo todo y se ve ahogado por la situación.

Lo que ocurre es digno de ver, sin batallas espectaculares si no basándose en los sentimientos y en el intento de sobrevivir ante la adversa situación. No hay espectacularidad ni bombas visuales, pero su dirección merece disfrutar de una película a la antigua usanza manteniendo la tradición de su Japón feudal. Un DVD que aún sin extras contiene un film de crudeza y dolor más que impactantes.

Sergio Fernández