HELEVORN

DOMINIO MUSICAL

Pocas bandas tienen la capacidad y aptitudes que posee HELEVORN uno de esos casos en los que su propuesta, doom metal, suena de un modo tan depurado y de índole internacional que te deja estupefacto. Su último legado es eso y más y por tanto, ante dicha calidad, no quedaba otra que hablar con ellos.


¿Qué habéis andado haciendo en los dos últimos años?

Pues los dos últimos años han sido los de trabajar los nuevos temas en el local de ensayo y la grabación de nuestro nuevo disco “Compassion Forlorn”. Nada de conciertos como forma de absentismo para estar centrados en crear, básicamente.

Volvéis en un buen momento o cualquier momento es malo para una banda (crisis económica, musical, el IVA). ¿Nos complican cada vez más las cosas en el mundo de la música?

Estamos en el momento que nos ha tocado estar. Verás, es cierto que muchas veces envidiamos los ’90 y de cómo estaba la escena entonces, pero estamos aquí para vivir lo que nos toca, sin más. No dejaremos de hacer lo que nos gusta porque las circunstancias sean las menos propicias: no existe escena, estamos inmersos en una crisis de civilización y por supuesto cultural, donde la música, y en concreto el Metal, es el último de la cola.

¿Qué os lleva a decantaros por “Compassion forlorn” para este disco?, ¿tiene algún significado concreto?

Es un disco conceptual, como todos nuestros discos. Esta vez hemos optado por la realidad social y por hablar de las miserias humanas desde la perspectiva de cómo la humanidad está perdiendo la perspectiva de las cosas. No solo estamos girando la cara ante situaciones espantosas, siendo en ese caso cómplices, sino que muy a menudo nos identificamos con el opresor y no con el oprimido.

Es la pérdida de los sentimientos que nos hacen más humanos, como la compasión, la empatía, el sentido de la justicia, etc. Sin querer sobrevalorar en exceso el presente pero sin menospreciar nuestro pasado, y ese sentido nostálgico nos ha dado mucho juego para crear historias, que podrían ser reales, que explican lo patética que puede llegar a ser la humanidad. Mezcla de crudeza, realismo y algo de misantropía, ese combo es “Compassion Forlorn”.

Lo de sacar los discos fuera para masterizar, ¿a qué se debe? En España ¿no pueden conseguirse los resultados finales que se buscan en otros países?

Curiosamente esta vez lo hemos hecho todo en Mallorca, la grabación y la mezcla, con M.A Riutort “Mega”. Creo que la gran culpa de que el disco suene así es por precisamente el trabajo de estudio. “Mega” ha vuelto a demostrar que se puede hacer en la misma Mallorca un gran trabajo, y claro, conociendo a Jens Bogren y el gran equipo de mastering que tiene en su estudio pues era como poner la guinda al pastel, y sin duda estamos más que satisfechos con el resultado final.

Ahora que la juventud escucha mucha música vía mp3, Tablet o streaming, con la pérdida de calidad de sonido que supone muchas veces, ¿es más importante si cabe una buena producción?

No había caído en eso… Desde esa perspectiva podría ser importante, aunque claro, nosotros optamos porque la gente tenga la oportunidad de escuchar el disco a la mejor de las calidades, el mp3 es una mierda a no ser que tenga una alta resolución, que igualmente pierde algunos detalles que no lo hace el formato Cd.

La buena producción es para que nosotros estemos contentos y plenamente satisfechos de lo que hemos hecho.

¿Cómo surge la colaboración de Lisa Cuthbert en el disco?

Pues tenía una melodía vocal femenina incrustada en la cabeza para “ElsDies Tranquils” y no paramos hasta encontrar a la persona idónea que la grabara. Sinceramente, nos costó algo encontrar a esta persona, se lo propusimos a otras y una de ellas, por su indisposición, nos sugirió que habláramos con Lisa. Primero escuchamos sus discos y después contactamos con ella y le hablamos del proyecto. Su respuesta fue muy positiva y le dimos toda la libertad para que hiciera lo que quisiera, y el resultado sobrepasó lo que esperábamos, fue genial y ahora estamos pensando en seguir haciendo cosas conjuntamente en un futuro próximo.

¿Cómo se lleva ser una banda de doom metal en España?

Bueno, nosotros hacemos lo que nos gusta y eso ya nos vale para estar contentos, pero sin duda nos sentimos bastante incomprendidos. Es muy difícil cuando haces un estilo muy minoritario, en tu país no existe escena, los medios no apuestan por otros estilos que no sean los que han apoyado durante treinta años y encima vives en una isla. Pero para nada vamos a hacer un discurso victimista, ¡qué va! Preferimos la perseverancia y apostar por hacer las cosas lo mejor que podamos, y si la banda tiene que obtener mejor feedback fuera pues vale, genial. Siempre ayuda tener el impulso de la escena de tu país, pero si no lo tienes pues a seguir y a mirar de cumplir los objetivos donde sea.

La portada ¿qué refleja?

Refleja lo que he comentado antes, pero de un modo mucho más frío y tétrico. Ella es la “Madre”, la “Creadora”, que se arranca el corazón para dárselo a la humanidad, porque ve que no hay salida, que el tiempo se acaba y que hemos fracasado como especie. Ella muestra generosidad y busca reconciliación, da su vida. Y nosotros le tenemos que responder, o tomar la vida o rechazarla, buscar nuestra esencia o renegar de ella.

Con el disco en la calle hace unas semanas, ¿qué impresiones y comentarios estáis recibiendo?

La respuesta está siendo muy positiva. Los pedidos de los pre-orders especiales nos desbordaron, y las críticas están siendo geniales. Lo que más nos satisface es ver que hay mucha gente que ha conectado, que ha entendido el significado y que se ha adentrado en la música y en el concepto del disco.

Imagino sois amigos de las nuevas tecnologías y por tanto las redes sociales. ¿Estáis atentos a las mismas por parte del grupo así como de las reproducciones en YouTube o comentarios online como con el vídeo de “Burden me”?

¡Claro! Ese un aspecto que trabajamos mucho, la bidireccionalidad con la gente y con los medios, intentamos que sea fluida, ya que eso da significado a lo que hacemos, sino no tendría sentido. Comprobamos si hay cambios respecto al disco anterior con los comentarios, pero no tanto en los pequeños detalles. De vez en cuando miramos las reproducciones en algunas plataformas, pero no nos obsesionan esas cosas, ¡¡podríamos estar perdiendo horas!!

¿Se tiene alguna expectativa a día de hoy cuando uno saca un disco?

No, y mejor no tenerla. Puede sonar a tópico, pero seré sincero, cuando sacamos un disco no pensamos en lo que pensará la gente o los medios, pensamos y sentimos en si nos gusta a nosotros, si nos “pone”, si realmente tiene más significado que el estrictamente musical, allí está el engranaje que nos da energía para seguir, el sentido de lo que hacemos y la pasión por ello. Si tuviéramos que ser racionales y prácticos seguramente haríamos otro estilo u otras cosas que no Doom Metal.

En lo que respecta al directo, ¿qué planes tenéis? ¿Es complicado cerrar fechas actualmente?

Sí que es complicado, y en España sobretodo. No hay apertura a otros estilos que no sean los de toda la vida, así que te lo tienes que trabajar mucho e ir ganándote a la gente concierto tras concierto. Sigue habiendo muchos prejuicios con las bandas españolas entre el público español, cosa que no sucede en los países punteros en Metal, y eso es un lastre muy importante.

Tenemos la presentación del disco en nuestra tierra, Mallorca, en diciembre, estaremos en el “Metal Over Malta Fest” tocando con Draconian y Weeping Silence, y estamos a punto de cerrar algunas fechas más por Europa. Esperamos poder estar en algún festival de verano, pero es muy difícil. ¡Sino pues iremos sin tocar!

Para vosotros, ¿qué supone subirse a un escenario?

Es la finalidad de todo. Supone la máxima expresión de lo que hacemos y de lo que queremos transmitir. Es nuestra “pista de baile”, nuestro “ruedo” y es donde hacemos que el público acabe de entender el por qué de HELEVORN. ¡Nos encanta!

A la hora de meterse a estudio y sabiendo que se venden pocos discos, ¿se quita uno esa idea de la cabeza y se hace por gusto propio?

Por supuesto, ni siquiera solemos contar los discos que vendemos. Eso ya no forma parte del presente del “negocio” de la música, ha quedado atrás. Quien se crea que el mundo de la música es vender discos se va a dar una buena leche.

Como te comentaba antes, todo, absolutamente todo, lo hacemos para experimentar, para disfrutar de lo que nos gusta hacer, cuando no lo hagamos pues lo dejaremos y a lo mejor nos dedicamos a sembrar tomates, no sé.

El mejor momento en la carrera de HELEVORN ha sido…

Tocar en el primer Open Air al que hemos participado, el DEVILSTONE de Lituania. Una experiencia brutal y que nunca olvidaremos.

La banda referencia para los componentes del grupo es…

PARADISE LOST de los ’90.

Si os dijera elegid un millón de euros o vivir de la música con Helevorn ¿qué me diríais?

Sin lugar a dudas vivir de la música. El dinero se gasta, es puro papel, no tiene ningún valor. Vivir de tu pasión lo es todo, te da vida y da sentido a tu ser. Como sabemos que nunca viviremos de esto pues no tenemos ninguna presión y vamos a nuestro ritmo.

Miguel Rivera