INSOLENZIA
25/04/2014
Sala Lemon, Madrid
La banda zaragozana INSOLENZIA ha demostrado a lo largo de estos años su tesón y esfuerzo por dar más y mejor a sus fans, y lo ha hecho de forma continuada, donde los discos y novelas de su última trilogía dejan clara su vocación y dedicación plena a la música.
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Esfuerzo y lucha por darse a conocer en un terreno complicado, donde poco a poco han ido haciendo nombre pero que como reflejaba la sala Lemon de Madrid sigue sin ser el suficiente en cuanto a apoyo de público, ese que debería llenar las salas de Madrid cuando los de Zaragoza presentan disco.
Y digo deberían porque tienen su fuerza y su talento en directo, por su rock urbano entendido de forma diferente, especialmente en lo vocal con Daniel e Isabel haciendo una gran pareja, uniéndose o turnándose al son de unos temas, especialmente en su último disco, que dejan paso a la energía y actitud a todas luces grande.
Por eso, Lemon debería haber contado con más apoyo, como tendría que haber sido también en otras ocasiones, pero los que allí estuvimos, y a pesar del pequeño espacio para una banda tan numerosa en escena, supieron conectar, no sin dificultades, con temas como «Sudor frío» y «Va a estallar» pura energía que poco a poco conseguían transmitir a un público algo adormecido, preguntando Daniel Sancer si «estábamos ahí» a grito pelado entrando «A pleno pulmón» y soltando lastre guitarrero «Caer de pie» y la melódica e intensa «Deja de ser» en la que Isabel recuerda a la gran Aurora Beltrán.
Siempre suben un escalón en su química, la explosividad de la guapa cantante, reclamo de energía vocal y pose, y la de un Daniel inquieto, con eterna sonrisa «Desnudando el ayer» y «Barro consentido» indicando que Insolencia «somos todos» consiguiendo tal grito de guerra entre el público.
La banda disfruta siempre, y se deja notar en cada uno de sus músicos, entregados en todo momento, dirigidos por ambas voces, mientras Dani tira de «teatralidad» en muchas canciones, sintiendo las letras de «Besos de antifaz» y la fuerza musical «Una sola piel» mientras regalaban tema inédito «Tus besos verdes» sin duda una nueva composición de peso, muy rockera y llena de actitud en su estribillo.
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Sin darnos cuenta y volviendo al grito de «Insolenzia somos todos» «La respuesta» y «La sal» ponían el colofón a un directo de hora y 40 minutos bien dosificados, plena acción rock sin descanso, con buen tino y siempre entregados ante un público que disfrutó de un buen sonido y que esperemos, en próximas ocasiones, apoyen en más número a una banda notable en entrega y música.
Miguel Rivera