LA RENDICIÓN DE BRENDA

BIEN ENTENDIDO

El grupo madrileño LA RENDICIÓN DE BRENDA ha sabido recuperar y condensar en su trabajo «Malos entendidos» el sentir de la música rock de los ochenta y lo hace con gusto y elegancia. Su líder Jose Subías nos habla de la banda, sus ideas y del negocio musical en una amena entrevista.


Bueno Jose, cuéntanos a grandes rasgos cómo se forma LA RENDICIÓN DE BRENDA para aquellos que quieran acercarse a escuchar vuestra música.
La Rendición de Brenda es en realidad la plasmación física de un sueño gestado hace mucho tiempo, ligado a mis comienzos en la música allá por los lejanos años 80. Tras haber logrado alcanzar algunos apetecibles éxitos por entonces, que no llegaron a culminar como todo hacía esperar que sucedería, abandoné la música para dedicarme a otros menesteres (aunque no dejé de componer durante bastante tiempo). Después de estar muchos años alejado de los escenarios, sin contacto alguno con la movida musical española, en 2009 volví a sentir la necesidad de expresarme a través de mis canciones. Traté de juntar a los miembros de mi vieja banda (El Drama); y, aunque resultó imposible reunirnos a todos, en 2010 dimos varios conciertos con ese nombre, con varios cambios en la formación a lo largo de pocos meses.

No tardé en darme cuenta de que la idea no funcionaba; no podía conducir el grupo en la dirección que quería, así que renuncié a seguir con este proyecto para empezar a trabajar solo en casa, grabando mis temas. La inestimable ayuda de Fernando Pintado, que se había incorporado como bajista al grupo, y con quien había tocado ya en los 80, junto con su insistencia en sacar a la luz mis temas, me animaron a intentarlo de nuevo. Pero esta vez lo haría con un nuevo nombre. Tardamos un tiempo en encontrar componentes para este nuevo proyecto, pero en la primavera de 2012 ya estábamos ensayando y montando los temas de lo que con el tiempo sería nuestro primer disco. En septiembre de 2012, La Rendición de Brenda dio su primer concierto en Madrid; y, desde ahí, todo fue rodado.

Bonito y peculiar nombre, ¿de dónde surge?
En los tiempos en que comencé en la música, todos los grupos llevábamos nombres en español; a veces de una sola palabra; otras, varias. Ante la avalancha de nombres en inglés y de letras en el mismo idioma desde los 90 hasta ahora, opté por buscar justo lo contrario (no solo por originalidad, también por impotencia); algo que nos identificara como un producto cien por cien nacional. No solo por las canciones, todas ellas en español, sino desde el nombre mismo. Pensé en los tiempos imperiales y en una obra que identificaba un momento victorioso de nuestra lejana historia, muy conocida por la mayoría de la gente. Cuando nos preguntan el nombre del grupo, a todo el mundo le suena (en realidad, les suena el cuadro de Velázquez). Y eso me parece una buena estrategia de marketing. Cambiar el nombre de Breda por “Brenda” permitió quitar cualquier dramatismo y sesgo extraño a la banda, para darle el toque de ironía y complicidad que pretendía conseguir: quien se rinde a nuestros pies, o a quien pretendemos rendir, es a Brenda. Nombre, por otra parte, muy femenino y sugerente. La verdad es que La Rendición de Brenda suena bien y nos parece elegante (justo lo que pretende ser este grupo).

«Malos entendidos», un trabajo que respira la esencia melódica de grandes bandas del rock y el pop español de los 80, ¿era vuestra idea?
Absolutamente, sí. Quizá no como virtud, sino simplemente por incapacidad para hacer otra cosa. La mayoría de las canciones de nuestro repertorio actual, entre las que se incluyen las de nuestro primer disco, fueron compuestas en aquellos años; así que no es extraño que recuerden a los tiempos en que se escribieron. Incluso otras que he compuesto recientemente siguen llevando el mismo sello. Es mi forma peculiar de componer, adquirida en los 80; y me temo que me será difícil desprenderme de ella. Cosa que, por otra parte, no sé si quiero hacer. Es el estilo que me gusta.

Un disco amable y gustoso de escuchar, ¿contentos con el resultado?
Muy contentos. Al ser un disco artesanal, financiado y producido por nosotros mismos, hemos hecho en él lo que nos apetecía hacer (siempre dentro de nuestras posibilidades), sin presiones de ningún tipo. Lo hemos mimado y hemos disfrutado mucho haciéndolo. Además, creo que la experiencia nos servirá para enfrentarnos con mayor seguridad a la grabación de lo que esperamos sea nuestro segundo trabajo, dentro de unos meses.

Son momentos complicados para la música, ¿peores o iguales que hace diez años?
Hace diez años, como te contaba, yo estaba muy alejado de este mundo y mis inquietudes iban por otros derroteros. Sin embargo, mi percepción de la actual situación de la música con respecto a hace veinte años es bastante más clara. Las cosas son sin duda muy distintas, pero no tengo tan claro que sea para peor. Me explico: en los 80 y principios de los 90, había muchas salas para tocar (hablo siempre de Madrid); hoy también; incluso yo diría que más. La única forma de que tu música se conociera entonces es que fueras fichado por una compañía discográfica, y dependiendo de su importancia y poder eras encumbrado o te quedabas en la cuneta. Incluso los sellos independientes te imponían unas condiciones que llevaron a muchos grupos a disputas y litigios. En fin… que tras los dorados 80 hay mucho marketing. Sin embargo, hoy, cualquiera puede dar a conocer su obra musical, al margen de la industria discográfica. Internet lo ha revolucionado todo.

En definitiva, no creo que sean malos tiempos para la lírica, sino para vivir de ella. Como lo fueron siempre. Y por lo que respecta a la lírica, es decir, a la música, no sé si hace diez o veinte años había tantos grupos como ahora, pero lo que está claro es que hoy existe una amplia variedad musical y proliferan los grupos de pop y rock (llámense con el nombre que quieran) que graban sus discos y actúan en las numerosas salas que hay en Madrid, y con muchísimo nivel.

Ya estáis preparando un nuevo disco, ¿qué derroteros musicales seguirá? ¿Será ya para 2014?
Pretendemos seguir haciendo canciones basadas en melodías consistentes y pegadizas, con letras fáciles de escuchar y de entender, que te lleguen al corazón. Es decir, continuar la línea trazada con el primer disco. No obstante, la incorporación de un nuevo guitarrista al grupo, tras la marcha de Pablo Quevedo, le ha dado a este un toque más rockero; lo que previsiblemente se notará en el próximo disco, que efectivamente nos gustaría publicar en los primeros meses de 2014.

En cuanto a conciertos, y aunque es difícil cerrar fechas en la actualidad, ¿tenéis pensado presentarlo por diversas ciudades? algo concreto?
El hecho de ser independientes y movernos solos tiene sus ventajas; pero también sus inconvenientes. Y este es uno de ellos; la posibilidad de extender nuestros conciertos más allá de nuestro territorio natural (Madrid). Las escasas veces que hemos salido fuera de la Comunidad ha sido porque alguno de los miembros del grupo tenía contactos personales en ese lugar, y de este modo hemos podido arriesgarnos a salir, con todos los gastos que esto conlleva. Si no eres un artista muy conocido ( y eso es imposible en tan poco tiempo y sin respaldo), debes conformarte con ir tocando en las salas de tu localidad (en este caso, afortunadamente vivimos en Madrid) y, solo muy poco a poco, a medida que eres más conocido, ir ampliando tu radio de acción. Pero, ahora mismo, esto es difícil para nosotros.

Tras el parón del verano, dedicado básicamente a la preparación del nuevo miembro de la banda y su presentación en el Rockchales Festival, a finales de agosto, tenemos ya algunas fechas fijadas en Madrid para la próxima temporada: La Mala (14 de septiembre), Lemon (11 de octubre), Lo Nuestro (Getafe, 14 de diciembre). Mientras nuestros conciertos sean dentro de la misma ciudad o comunidad, procuramos no dar más de uno al mes para no saturar a nuestro grupo de seguidores, que se va ampliando día a día, pero muy lentamente.

¿De qué te gusta hablar en las canciones?
De mí, jajaja… Recordando a Ortega, de mí y mi circunstancia. El mundo que veo lo veo a través de mis ojos; por lo tanto, incluso cuando hablo de lo ajeno estoy hablando de mí mismo, de cómo me siento ante el otro. Uno de los temas básicos de mis canciones ha sido siempre el amor; en algunas ocasiones, desde unas contemplación idílica de este sentimiento o del ser amado; y en la mayoría de los casos, desde la decepción o el escepticismo. Pero siempre como un ingrediente básico de la vida al que es imposible renunciar.
Otro de los temas básicos de mis letras es la propia existencia y el misterio de la misma. Es decir, que a veces me pongo más trascendente y filosófico; pero siempre sin dramatismo y con un toque melódico que invita a vivir.

En la última década el negocio musical ha cambiado mucho, ¿crees que ha ido a peor o mejor?
Sin nos centramos en el “negocio” musical, es evidente que sí ha salido bastante perjudicado en los últimos años. Pero insisto, solo para los que hacían negocio con él, que eran unos pocos (los sigue habiendo, pero el chollo ya no es tanto). Los músicos de a pie, los que no hacen “negocio” de esto, no creo que estén mucho peor que antes. Solo en lo que se refiere a los músicos que vivían de los bolos, con la crisis, su medio de subsistencia se ha visto peligrar considerablemente. Pero yo me estaba refiriendo a la industria discográfica.

Las compañías discográficas y el cd como formato físico, ¿tienen los días contados o coexistirán con la idea de la música digital?
Creo que las primeras están condenadas a entenderse con el mundo digital para subsistir, y adaptarse a él. El cd como formato físico está en franca decadencia. Es cierto que los nostálgicos del soporte físico deseamos tocar, ver y oler los discos (hoy cds) que compramos, con sus portadas, fotografías, letras de los temas… Pero la realidad es que se ha desplomado la venta de discos, de manera directamente proporcional al aumento del consumo de música a través de los medios de difusión digital.

Internet para el grupo, ¿sirve de ayuda?
Internet para nuestro grupo lo es todo. Es nuestro escaparate al mundo. Gracias a Internet puede escucharse nuestra música (y comprarse… a ver si alguien se anima, que así no hay manera) y verse nuestros vídeos; podemos ir mostrando lo que hacemos a numerosas personas, que pueden seguir nuestros pasos con suma facilidad e interactuar con nosotros…
En fin; es muy probable que la existencia de Internet y sus revolucionarias posibilidades haya sido un acicate decisivo para que hace unos años me diera por colgarme de nuevo la guitarra a la espalda.

¿Cuáles son esos «Malos entendidos”?
Los que tenemos diariamente en un mundo en el que el sentido común es el menos común de los sentidos y la razón de la sinrazón se impone como racionalidad… Jajaja… Bueno, sin coñas. La realidad es que esta canción es un canto al amor-amistad y al entendimiento entre las personas, desde la certeza de que las discusiones y peleas son inútiles; solo provocan daño a quienes participan en ellas. Podría haber dicho “malentendidos”, pero quedaba mucho menos poético cuando escribí esta canción hace más de veinte años; y, además, tenía que rellenar las sílabas del verso de algún modo…

Con el país como está y con los políticos de toda clase en el punto de mira, ¿se siente uno «robado» y defraudado?
Sin duda, quien haya sido robado se sentirá así. Y defraudado solo se puede sentir quien, habiendo puesto sus esperanzas en algo, no ve después sus expectativas cumplidas. Quien no espera no desespera y quien no cree no puede sentirse engañado.

¿Algo que decir para terminar?
Me gustaría volver a tener esta entrevista dentro de un año. ¡Un abrazo para todos!

Sergio Fernández