ARANCHA MORALES

VIVIR EL MOMENTO

Las gestiones que preceden a un reportaje como el que nos ocupa llevan su tiempo, pero incluso con los horarios de Arancha Morales, propios del vampirismo más cinematográfico en vida, han sido de lo más fáciles de llevar a cabo gracias a la predisposición de la invitada en cuestión.

Vamos por pasos. Arancha Morales se ha convertido con el paso del tiempo en uno de los rostros más conocidos de Telecinco, siendo una de las presentadoras del informativo matinal de la cadena. El espacio, que ocupa nada menos que la franja de 7:00am a 09:00am, hace que su equipo trabaje de noche y su día se acorte, dejando las tardes para dormir.

Lo primero que te lleva a preguntar a una periodista que trabaja en redacción de noche y que a primera hora de la mañana se pone frente a la cámara, es por sus horarios, esos que de los que dice «tienen su encanto pero con el tiempo va pesando».

Duerme a partir de las 17 horas y está en redacción a las 2 de la mañana junto a un equipo del que habla en positivo «hay muy buena química de trabajo y compañerismo, no solo con mis compañeras, con todo el equipo, somos poquitos y nos coordinamos muy bien» nos dice.

Todo ello lleva a perder vida social donde «el viernes te caes por las esquinas y pierdes mucho de día porque duermes por la tarde«, pero se ha sabido adaptar a un puesto y franja horaria a la que sus amigas le empujaron desde el principio.

Una periodista que gustaría de cubrir política, que es un todoterreno aunque algo menos ahora por las circunstancias, donde trata de ir a boxeo a diario, gusta de esquiar, correr e incluso montar a caballo, lo que se ponga por delante.

Al contrario que otros, la pandemia no cree que le haya cambiado porque para ella lo más importante son los amigos y la familia, pero lo eran antes y lo son ahora. No suele ver sus informativos ya que se deja guiar por las sensaciones cuando sale de trabajar, y siempre tiene a su madre como coach personal.

Y así, hilando una pequeña historia es como queremos conocer e invitaros a profundizar en la vida tanto periodística como desde un tono más íntimo de Arancha Morales, con la que nos citamos en el restaurante La Musa Latina para este reportaje personal y fotográfico. Conozcámosla aquí y ahora.

Comencemos por el principio, ¿qué es lo que te lleva a entrar en los informativos?

Pues mira, en realidad el periodismo en televisión no era lo mío, pero una vez entré en Telecinco me llevó a estar donde estoy. Yo empecé en realidad hace veinte años de becaria en redacción en la Agencia Atlas, luego fui coordinadora de equipo y pasé a informativos, pero ya llevaría como diez años.

En mi carrera he estado en redacción de fin de semana, también pasé por Crónica cuatro, que se emitía en cuatro por las tardes durante unos meses. Tras esto volví a informativos y allí me adjudicaron un puesto que llamamos nosotros como la «guardia yihadista» que es una guardia por las noches por si ocurre algo para realizar un avance informativo. Llegué a hacer uno en una ocasión y a partir de ahí comencé a presentar el matinal en Informativos Telecinco en una sustitución por una baja de maternidad.

Pasar a informativos fue el camino rodado y lo que buscaba al llegar a Telecinco. A mi me gustaba el periodismo escrito en los inicios, hubiera sido un objetivo trabajar en El País. Mi contacto con la prensa escrita fue distinto, porque fue en el AS, salí un poco escaldada con el fútbol y mira que me encanta, y una vez en Telecinco el objetivo era informativos. Era un equipo muy dinámico, me entusiasmaba cómo se trabajaba, se ganó un Premio Ondas con coberturas como el Prestige, comencé realmente a mamar la tensión informativa, con gente con talento, joven y con ganas, sintiendo también admiración hacia mis compañeros lo que me hizo querer estar en el equipo, y ahí es cuando me dije de verdad «aquí quiero estar yo».

¿Querías estar delante de la cámara?

Pues cuando comencé a estudiar periodismo en la Complutense mi idea era meter la cabeza en El País, no había intención de presentar en televisión. Pero cuando llegué a Telecinco y en informativos me empecé a poner la siguiente meta y ya pensé en estar delante de la cámara como un salto bonito en el que probar. Pero hay otras cosas que me gustaría hacer en televisión, como cubrir el Congreso, el día a día en política, eso lo tengo ahí y quién sabe si un día llegará. Lo que sí te digo es que no me gusta estancarme, al menos en la cabeza, porque luego es verdad que las etapas se alargan mucho, pero siempre hay proyectos o temas de los que aprender o cosas en mente que me gustaría realizar.

Hacer un informativo matinal, en el que vives poco de día y trabajas toda la noche, ¿cómo lo llevas?

Bueno, la noche te puedo decir que tiene su encanto pero con el tiempo va pesando. Yo en marzo haré tres años, es verdad que soy una persona que se adapta bien a los cambios, y cuando me lo propusieron fueron mis amigas, que son las que me conocen, las que me empujaron diciéndome que lo haría bien porque me sé adaptar: «Arancha, eres de dormir mucho, tienes mucha energía» me decían, y es cierto que lo he llevado muy bien siempre.

En cuanto a los horarios, cuando llega el fin de semana notas que arrastras el cansancio de la semana, el viernes te caes por las esquinas y pierdes mucho de día porque duermes por la tarde, te pierdes gran parte de la vida social, y yo tenía muchos planes entre semana porque tengo muchos amigos músicos, actores… faranduleros con los que siempre andaba saliendo, aunque es cierto también que el trabajo durante la noche me ha pillado casi desde la pandemia y todo se ha parado un poco. Pero me adapté rápido, lo llevo bien y estoy aprendiendo muchísimo, aunque también te digo que por mi salud, espero cambiar de horario en algún momento (risas).

¿Crees que el informativo de televisión se ha sabido adaptar a las nuevas generaciones?

Pues yo creo que sí. Por la redacción que conozco creo que se ha adaptado bien al contenido. Recuerdo una época en la que estaba YouTube con imágenes buenísimas que sí tenían grano o ruido no se emitían directamente, y ahora en un informativo te encuentras con imágenes que no sabes bien lo que estás viendo por la mala imagen, que te haces casi más idea por el audio, pero eso ahora incluso es capaz de abrirte un informativo, y eso antes era impensable.

Creo que en ese sentido los informativos sí se han adaptado introduciendo ese contenido e imagen que por otra parte permite mostrar cosas que de otra forma no se podría, y no tendrían cobertura. Quizás se puede hacer más, hay televisiones que han intentado con conexiones en Twitter y con emisiones que se han cortado, no digo que no se puedan explorar más vías y creo que se van dando pasos, todo dentro de un contenido como es un informativo que siempre es más tradicional en su formato, pero poco a poco irá sacando ventajas de las redes, y se va contratando gente muy joven lo que también hace que exista una sinergia.

¿Qué tal es la relación con tus compañeras, Laila y Leticia?

Pues es muy buena, y esto es curioso porque no sé si entre hombres la duda se plantea, se da más por hecho que hay más competencia entre mujeres porque el mercado lo plantea un poco así.

Nosotras nos llevamos muy bien, nos ayudamos, nos escuchamos y nos apoyamos. Al final además en ese turno es difícil, porque por ejemplo yo hoy que he dormido poco más de dos horas y he avisado al llegar a redacción «chicas, aviso que hoy no me aguanto ni yo» y lo primero que me han dicho ha sido «te vamos a cuidar, tranquila, tu siéntate que yo te preparo la cápsula del Nespresso…».

Dentro de nuestras posibilidades nos aconsejamos, nos miramos los textos… comentamos mucho cómo vamos a escribir algo, cómo vamos a enfocarlo… hay muy buena química de trabajo y compañerismo, no solo con ellas, con todo el equipo, somos poquitos y nos coordinamos muy bien.

«Hay cosas que me gustaría hacer en televisión, como cubrir el Congreso, el día a día en política, eso lo tengo ahí y quién sabe si un día llega»

Hay gente que piensa que un informativo es llegar, presentar y marcharte a tu casa, ¿cuánto trabajo hay detrás de las cámaras?

Hay mucho. Nosotras llegamos a las 2 de la mañana y como dices, con muchos los que piensan que llegas como a las 5 pero es que hay que preparar toda una escaleta, que no es un refrito del día anterior porque hay muchas noticias internacionales que surgen en la noche, cosas que van apareciendo en redes, hay una editora que llega antes y va viendo todo lo ocurrido y luego vemos el enfoque de todas las noticias, si es un resumen de día anterior nosotros lo abordamos hacia la jornada que viene, todo en clave de agenda del día.

En nuestro día a día hay todo un trabajo de escaleta de cero, porque es un informativo de dos horas y ninguno es tan largo como el nuestro, y no se repite todo, tenemos cosas marcadas y con cosas distintas, además con cinco o seis conexiones en directo además del puesto de Laila en la redacción. Hay mucho trabajo de producción, de realización, del equipo técnico, es toda una pasada porque somos pocos, hay mucho trabajo de todos, un producto largo y creo que sale muy cuidado, en los colores, la calidad de los audios… se toca mucho y creo que hay un buen producto.

Y luego en el caso de nosotras, las presentadoras, hay trabajo de peluquería y vestuario, y en plató todavía te tienen que quedar fuerzas porque las horas más intensas de directo son las del final, y tienes que tener esa energía para presentar bien, para estar alerta también porque surgen noticias de última hora, que eso ya no va en guion y hay que improvisar, así que es exigente y también apasionante.

«En informativos hay que intentar sonreír aunque sea con la frente como digo yo, no da para reírse pero sí mostrar una cara amable al menos, que vas a entrar en casa de la gente muy temprano y dentro de las desgracias que podemos contar, tratar de hacerlo con amabilidad y con una sonrisa cuando la noticia te deja»

¿Se puede sonreír en el telediario, cuando las noticias dan para lo que dan, especialmente en los últimos años, y cómo lo gestionas cuando te dedicas a informar muchas veces en negativo?

Es verdad que hay días que piensas «la casquería hoy va a tope», pero creo que es como el trabajo del cirujano, que en su día a día tienen que lidiar con eso. Hay cosas que como humanos te marcan, me pasaba de reportera por coberturas de desahucios o gente viviendo en la calle con reportajes sociales con ancianos, jóvenes que se te graban dentro… pero de alguna manera cambias el chip, aunque te toca el ánimo.

Durante la pandemia ha habido coberturas que nunca olvidas, el día del 11M yo no trabajaba y me fui a la redacción porque pensé que era lo más útil que podía hacer, recuerdo que había hasta alguna broma sarcástica de algún compañero, pero casi por necesidad de tener que sacar todo lo que estabas procesando de alguna manera por las imágenes recibidas.

En pandemia cuando iba a redacción escuché en los boletines informativos que el Palacio de Hielo se había convertido en una morgue y a mi se me cayó el alma a los pies, remonta eso, pero hay que hacerlo, intentar sonreír aunque sea con la frente como digo yo, no da para reírse pero sí mostrar una cara amable al menos, que vas a entrar en casa de la gente muy temprano y dentro de las desgracias que podemos contar, tratar de hacerlo con amabilidad y con una sonrisa cuando la noticia te deja. Luego al llegar a casa intento no comentarlo, aunque la gente te pregunta porque es inevitable.

Hablando de ello, ¿cómo fue para ti trabajar en confinamiento?

Pues salir de casa de madrugada con todo completamente vacío era impactante. Yo fui de las primeras en confinarse, en hacer una cuarentena preventiva en Mediaset en el equipo de presentadoras, aunque era sustituta en aquel momento me incluyeron en ese equipo, que además justo pasé el covid en esa época sin saberlo porque no había test. Cuando salí de casa entramos en el estado de alarma e imagínate cómo había cambiado la ciudad de noche, me daban escalofríos.

Haces boxeo, ¿cómo es la vida de Arancha Morales en el día a día?

Sí, aunque es verdad que si lo pienso hacía muchas más cosas antes por temas del horario laboral. Me gusta mucho el deporte, cuando tenía horario de fin de semana contaba con cuatro días libres durante la semana, salía a correr, iba a natación, montaba a caballo un día a la semana, salía al cine, teatro, conciertos, improvisaba mucho con amigas que era algo que me encantaba y todo eso ha cambiado. Lo que intento es adaptarme y lo que respeto a rajatabla son las horas de sueño, no hago nada por la tarde me inviten a lo que me inviten, ahí sí que no cedo.

Por la mañana llevo horario nazi, llego sobre las 9:30 de la mañana, saco a los perros quince o veinte minutos, me meto en la cama hora y media o así y voy a boxeo, y luego a las 14:00h., ducha, comida un ratito de lectura y dormir de tarde. Y si me surgen cosas como esta entrevista pues aparco algo como el boxeo, pero en la tarde con el sueño no cedo.

Es decir, la vida social es complicada.

Sí, además con mis amigos músicos o actores salía mucho y siempre hay cosas en Madrid, y en ese sentido lo echo de menos. Veo a mis amigos los fines de semana y quedo para comer, pero todos esos planes de entre semana están a la espera de horarios mejores (risas).

Cuando llegas a casa, ¿sueles ver tu informativo?

No, en realidad yo me guío especialmente por como yo me siento, tengo una sensación a la hora de salir sobre lo que he hecho, puedo ver alguna cosa puntual, pero la rutina de ver cómo lo he hecho lo hice al comienzo y creo que es contraproducente. Debes tratar también de disfrutar, de hacerlo natural porque no somos robots, y no vamos a ser perfectos nunca, hubo un momento que dije que era mejor vivirlo, transmitirlo como sentía y si te vas con la sensación de que la cosa ha ido bien, que has comunicado y lo has dado todo, debes estar contenta.

Luego tengo a mi madre que es mi coach, que ya está pendiente de cada mechón de pelo que se me descoloca o de si hay una cara seria que se escapa, por lo que por esa parte también me relajo ya que si hay algo grave me lo va a decir (risas), intento relajarme y creo que es como más se disfruta y se evoluciona.

«No siento que la pandemia me haya cambiado tanto, siempre he sido muy consciente de vivir el momento, y yo esto ya lo sabía»

¿Hay una Arancha antes y después de la pandemia?

Pues mira, si te digo la verdad soy una persona que le da al coco y hace sus reflexiones lo justo, hago yoga y tengo el momento presente muy presente. Yo me fui de voluntaria a Atenas con los refugiados afganos cuando la crisis, y luego me preguntaron si me cambió mucho la vida, y lo que hice fue aprender mucho de lo que vi, porque había cosas que ni me imaginaba hasta convivir con la gente, y sé ese proceso, pero ya era muy consciente de ser una privilegiada porque hay otra gente que no tiene nada.

Te cuento esto porque no siento que la pandemia me haya cambiado tanto, siempre he sido muy consciente de vivir el momento, y yo esto ya lo sabía, o lo que te decía, saber disfrutar las cosas sin ser un robot.

La familia para mi es lo primero, pero lo era antes y lo es ahora, mis amigos igual, valoraba las cosas sin tener una pandemia de por medio, quizás me ha reforzado más todavía en que lo importante es la familia y los amigos, igual que disfrutar de unas cañas en la playa con tu gente, yo todo eso lo valoraba, y me he hecho consciente de que tenía razón. Tengo ganas de que vuelva la normalidad, dar abrazos y volver a disfrutarnos como antes, pero que todo eso era lo más valioso que teníamos ya lo sabía.

¿Te paran por la calle?

No, a mi chico sí, pero a mi muy poco. Alguna vez sí que me pueden haber dicho algo, o acercarse en un restaurante pero pararme por la calle la verdad es que no, y si ocurre la gente lo hace desde el cariño.

Dime una película, serie, libro y disco.

Pues serie, ahora mismo me viene ‘Unorthodox’, y quiero leerme el libro en el que se basa, pero seguro que luego me viene otra a la cabeza. De película te digo ‘Funny Games’ mientras que un disco cualquiera de los tres primeros discos de Vetusta Morla que son mis preferidos, aunque me gustan todos. Y de libro, es muy difícil porque me gusta mucho leer, te diría ‘Los pilares de la tierra’, pero también ‘La sacerdotisa’ sobre una supuesta Papa mujer, ‘Patria’ o ‘100 años de soledad’, por irme a un clásico.

¿Te sientes feliz en esta etapa de tu vida?

Sí, me siento feliz. Tengo un trabajo en el que no dejo de aprender, con un equipo que como te decía al principio nos llevamos muy bien, estoy contenta y feliz a nivel personal, con toda mi familia y amigos bien.

Para terminar, ¿vives en el día a día o eres de mirar al futuro?

Siempre tengo proyectos y objetivos que me gustaría hacer y que hago, tarde más o menos, porque mi prioridad ahora es descansar y hacer bien los informativos. Sé que dentro de un tiempo tendré espacio para hacerlo, pero no me agobio, vivo en el día a día sabiendo del tiempo que dispongo, en un horario y trabajo exigente con dos horas en plató, así que sin prisa pero sin pausa.

Texto: Miguel Rivera

Fotos: Arturo de Lucas

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