SHEGO

Con su disco debut «SUERTE, CHICA» (Ernie records), la banda madrileña Shego muestra su versatilidad estilística dando cabida al rock, punk disco o techno con el desparpajo de la juventud que atesoran sus componentes, ya convertidas en uno de los grupos más atractivos de la nueva escena independiente.

La banda en este disco suena a eso, a Shego, una identidad que no sé si buscada pero sí conseguida. ¿Había un concepto inicial o habéis explorado con vuestros gustos y diferencias personales para llegar a lo que sois?

Ha sido una combinación de ambas. Un año antes de entrar a grabar, después de sacar «Tantos chicos malos y tan poco tiempo», nos sentamos a lanzar ideas sobre una posible temática. Ese mismo verano de 2021 nos fuimos a Viveiro a componer y a entender hacia dónde queríamos ir. A la hora de escribir y plantear las canciones estaba muy presente el concepto global del disco y el de cada canción por separado, cada una representa un estado o una fase de la edad adulta, amor, deseo, sexo, incertidumbre, ansiedad, depresión, euforia, enfado, nostalgia… en cuanto a sonido ese eclecticismo surge de forma más espontánea, una vez en el estudio nos las llevamos cada una al terreno donde más se luce, sin miedo a jugar con el género porque como dices entre todas consumimos muchísimos tipos de música y los disfrutamos todos, no queremos cerrarnos a nada aunque intentando no perder la esencia de ser un grupo de guitarras.

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“Suerte, chica”, ¿a qué hacéis referencia? Y jugando con ello, ¿creéis que en la música juega la suerte y es necesaria o que todo depende del trabajo?

Es, de forma condescendiente, una palmadita en la espalda. Surge en una conversación entre nosotras donde nos lo dijimos de forma coloquial y nos encendió la bombilla ya que engloba muy bien la ironía que hay en gran parte del disco, una ambigüedad entre la seriedad del asunto y la deportividad o el humor con el que hay que contrarrestarlo para no desesperarse. En la música, como en todo, el factor suerte es importante, pero creemos que el trabajo, el amor por lo que haces y el echarle mucho morro es fundamental. Quizá en nuestro caso no sea tanto suerte como haber tenido mucho descaro a la hora de movernos hacia lo que deseábamos. Tendemos mucho a manifestar también, nos gusta jugar a proyectar el futuro y a moldearlo un poco a nuestro gusto, con la elasticidad que te da la imaginación, claro, sin mucha expectativa, pero con atrevimiento.

Un disco de ocho canciones en la era de los singles. Aunque jóvenes, ¿sois de las que siguen defendiendo el interés por un álbum completo?

Tuvimos muy en cuenta a la hora de hacer el disco que al ser un primer trabajo y al haber cambiado la manera de consumir música teníamos que ser más directas, ofrecer calidad antes que cantidad, y priorizamos en ello. Nos gustan los álbumes, siempre, como oyentes, un trabajo completo tiene mas cohesión y se puede apreciar en él la evolución del artista, las influencias del momento, las situaciones que atraviesa, etc. Como artistas es casi como presentar una tesis, es muy rico y estimulante, te pone ante tus propias limitaciones para, por lo general, superarlas y aprender con cada disco a hacer mejor música.

“Lucky” uno de los temas más contundentes y desgarradores, ¿qué buscabais mostrar?

‘Lucky’ habla de la decepción con el otro y con una misma. Concretamente de la decepción que surge de la expectativa. Por eso pasa de ser en un inicio una canción de conflicto con los actos del otro a una llamada de atención y un reproche a una misma. Hay que estar, con las relaciones en general, muy atentos de nuestras necesidades e instinto, y priorizar el bienestar propio por encima de cualquier moneda de cambio. Cuando uno se deja a sí mismo de lado y pone la esperanza únicamente en el otro, es cuando llega la hostia, y esto tendemos a repetirlo hasta la saciedad. De ahí la hartura, claro.

¿Qué tipo de público os estáis encontrando en vuestros conciertos?

Muy diverso. Siempre con nuestra primera fila de lesbianas felices que nos ayudan tanto a hacer conciertos con alegría… nos dan la vida. Pero en general muchas veces nos sorprendemos de la diversidad en nuestro público, edades, clases, género… Desde luego un público entregadísimo siempre.

¿Teníais clara la colaboración de Natalia en vuestra cabeza?

¡Sí! Nos gusta mucho su proyecto y encima es muy cercana a nuestro grupo. Fue lógico pensar en ella y una suerte que se uniera a la canción, quedó algo precioso finalmente.

En marzo tuvisteis vuestra mini presentación en Marilians y Tempo Club, y después el concierto de Barceló. ¿Qué tal la respuesta de la gente, tanto en directo como en el cara a cara cercano?

Nuestro público y nuestro entorno cercano es alucinante. Si fue tan disfrutable una experiencia tan intensa como es hacer un Teatro Barceló fue porque la gente puso toda su energía en disfrutar y acompañarnos. Momentos antes de tocar estábamos flotando, era muy impresionante darte cuenta de que cuatro amigas habíamos llenado una sala así en poquísimo tiempo. El feedback ha sido fantástico, ambos han sido conciertos muy emotivos, nos dieron un buen chute para seguir apostando por esto con todas las ganas.

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Las redes sociales para un grupo como el vuestro, ¿qué suponen y qué uso os gusta darle?

Son fundamentales. A veces nos gustaría que no hicieran falta, pero es muy buen medio publicitario. Además intentamos tener una identidad dentro de ellas, ya que va a haber que usarlas, nos comunicamos con la gente de forma cercana y con humor, al final lo que más nos gusta es la música y la comedia jajajaja.

¿Se tiene en mente como objetivo poder dedicarse a la música?

Claro, nos encantaría. Todas somos creativas e inquietas y nos molan muchas disciplinas, no sería un problema tocar otros palos, pero nos enfocamos en poder vivir pronto de Shego, un buen sueño.

Me decía una conocida actriz que en el tema de la igualdad ve que se dan muchas veces tres pasos para adelante y cinco para atrás. ¿Qué sensación tenéis?

La igualdad actual responde a las modas. Que nosotras formemos parte de un festival es en parte gracias a la demanda de nuestro público y en parte porque está de moda ser feminista para no ser cancelado. Necesitan chicas para resarcirse del machismo y la precariedad en las contrataciones, les limpiamos la imagen. Sí es cierto que cada vez hay más gente que se interesa de una forma genuina sin pinkwashing de por medio. Lo que esperamos es que en un futuro cercano la paridad sea real tanto a nivel cartel como condiciones y no solo una careta.

¿Qué artistas tenéis de referencia?

El espectro es tan amplio… sacamos referencias de toda la música que nos gusta, que puede ser Margarita Quebrada, Alejandro Sanz, HAIM, Bad Gyal, Mika, Extremoduro, Paramore, Jawny, Estopa… gente muy muy distina.

¿Pasáis mucho tiempo juntas fuera de la banda u os gusta daros espacio?

Vamos bastante por libre porque el trabajo del rock es bien intenso, pero cuando nos volvemos a ver lo disfrutamos mucho.

¿Creéis que hay una edad “límite” para escuchar a Shego?

Es una banda para todo el mundo, cuanta más gente, mejor.

En esta vorágine de singles y discos por doquier, aunque las posibilidades de llegar a cualquier parte son mayores con el streaming ¿dificulta o ayuda tanta oferta a una banda que da sus primeros pasos?

50/50. De la misma forma que puedes llegar a oyentes que no esperabas también compites con el resto de 150 artistas que salen con trabajos nuevos cada jueves por la noche. «Competir» es una forma vaga de decirlo porque realmente no competimos con nadie. Incluso a veces para nosotras como oyentes es abrumadora la oferta musical, no nos da tiempo a escuchar todo según sale, hay discos que los escuchamos meses después, sin prisa siempre es mejor.

Con la música urbana comiéndole la tostada al rock, ¿creéis que las guitarras siguen teniendo cabida?

Las guitarras guardan siempre un espíritu un poco disruptivo. Están presentes en toda la historia de la música moderna y se encuentran maneras de renovarlas, es un instrumento que da poderío. Aunque sí es bastante cíclica la demanda de rock, un poco para equilibrar tendencias, ahora es un momento de la música en la que todos los sonidos conviven. Ahora los artistas urbanos llevan formación de banda y los grupos de rock usan elementos urbanos y electrónicos… es la hostia si lo piensas, el género se difumina y ya no existe.

Miguel Rivera