BRING ME THE HORIZON

Palacio de Vistalegre, Madrid

18/02/2023

Para que la experiencia sea totalmente grata en un concierto hay factores que escapan muchas veces de una banda, es por ello que no siempre es tan fácil poder disfrutar como merece de los artistas como les conocemos en realidad.

a day to remember en vistalegre

Aunque Madrid es una ciudad afortunada con numerosos clubs de música, salas de medio aforo y pabellones, no es menos cierto que todo lo que suponen grandes bandas fuera de estadios y más concretamente del casi siempre idóneo WiZink Center, la capital adolece y muestra menor músculo en otros grandes recintos cerrados a la hora de ofrecer una buena experiencia musical.

a day to remember palacio vistalegre madrid

Bien, la vuelta de Bring Me The Horizon era uno de esos regresos esperados, un pack de metal a cuatro bandas, de esos que me encantaban cuando era un veinteañero, ávido de meter encontrarme cuantas más bandas mejor en la noche por el dinero de unas entradas que ahora lejos están de esos valores. Con el tiempo prefiero el minimalismo musical en cuanto a número de actuaciones en una velada, primando calidad a cantidad, donde considero el menos es más.

No restaba interés un buen cartel con Static dress y Poorstacy en una tarde de sábado donde el cabeza de cartel eran BMTH pero donde también cabía resaltar a los potentes y melódicos A Day To Remember, pero un lugar como el Palacio de Vistalegre no es ni de lejos un seguro de vida, y es que lamentablemente, junto a la infernal Cubierta de Leganés, siempre acabas acudiendo al recinto con miedo a afrontar lo que ocurrirá en el apartado sonoro.

Los teloneros siempre son los grandes sacrificados y a Day to Remember no fueron excepción. Cortes como «Paranoia» o «Miracle» jugaban con esos sonidos muy duros pero pasajes melódicos con gancho, brillando más en temas como el pegadizo y californiano aroma de la acústica «If it means a lot of you» porque es ahí, en el mínimo estruendo musical, donde Vistalrgre se deja hasta «disfrutar» algo.

Pero vamos con el aliciente de la noche, unos Bring Me The Horizon que no venían desde un Mad Cool prepandémico, aquel en el que presentaron su moderno y notable «amo» para ahora regresar en una faceta más cruda propia de los tiempos vividos en su nueva etapa, «Post human: Survival horror».

Los ingleses siempre sorprenden por lo llamativo de su espectáculo moderno, una pantalla robótica con mimbres Blade Runner de inicio para adentrarnos en su mundo de metal electrizante a la par que electrónico, una distribución escénica con altura en una especie de cubículos que proyectaban haciendo un todo lo que resultaba en pantalla.

bring me the horizon vistalegre

Fuerza desmesurada la que aportaban desde un comienzo entre el griterío de un Vistalegre a reventar para ir con ellos del brazo en «Can you feel my heart» y la épica saturada de «Happy song», temas con disparadores de humo echando el resto para entrar de lleno en esa especie constante del quiero y no puedo disfrutar como debe de un concierto por el sonido.

El pabellón en las tesituras más metalcore como las durísimas «Teardrops» y especialmente «Parasite eve» no responde como merece, con una horrorosa acústica que hacía por momentos lo industrial sonara más industrializado si cabe en un rebote sonoro que retumbaba en tus oídos, solo amortiguado por protectores auditivos que os animo a utilizar ya por salud.

Es una pena que una banda que cuida tanto su propuesta se vea tan dañada en el apartado sonoro, solo ofreciendo su «mejor» versión en los temas más mel´ódicos y lentos por las circunstancias, véanse las notablemente ejecutadas «Strangers», la popi e intensa «DiE4u» cantada por todo el respetable o con atención especial al brillo melódico y sentimental de «Follow you», con muchas chicas subidas a hombros en pista, algunas con lágrimas en los ojos para acompañar a Oli Sykes a las voces, en el que fue el tema más intimista de la noche.

Funcionan particularmente bien BMTH en esa amalgama sonora que nos lleva por una montaña rusa, aderezan con esos sonidos intensos y melosos como de pronto funcionan en ritmos muy americanizados en «Drown» o te abrasan con mala baba industrial en la locura que aporta»Obey» todo magníficamente ejecutado, con un buen espectáculo visual ante un público entregado de principio a fin.

Y así llegábamos electrizados y reventados sonoramente, con todas sus consecuencias, a la recta final que marcaban «Sleepwaling» y lo cargado de «Throne» llevados casi por la inercia de sabernos sus canciones, no tanto por lo que en algunos momentos estaba sonando.

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BMTH volvieron a dejar claro ser una referencia de los sonidos core con sus partes más electrónicas e incluso coqueteando igual de bien con los pasajes pop, consiguiendo llevar a miles de personas que gustan de géneros variados de rock metal a su directo.

Bien es cierto que hora y veinte en los tiempos que corren es muy poco tiempo para una banda del calibre y con tantos discos como los de Sheffield pero aceptamos barco con sensación agridulce de encontrarnos con un rebote musical de aupa.

Hemos dado por sentado que el fan puede aceptar este tipo de cosas pero no debería. Disfrutar a medias de un buen concierto en el que la calidad de una banda se ve denostada al espacio sonoro que ocupa una noche, da sensaciones de tener un bistec entre manos pero por dentro encontrarnos otra cosa, y en eso Vistalegre, es seguro de (mala) vida.

Texto: Miguel Rivera

Fotos: Alfredo Rodríguez