EVOLUCIÓN NATURAL
Con «From home to Hospital St.» RURAL ZOMBIES ofrece una evolución en ese sonido tan mágico que mostró en su primer legado. Ganan en personalidad, energía y, ante todo, presencia en las tablas. Lo comprobamos en Madrid y aprovechamos para juntarnos con sus cinco miembros, donde quisimos saber de muchas cosas, y de ellas hablaron.
Sensaciones con este segundo disco y feedback de público.
Manu: Pues buen feedback. La gente lo ha acogido bien y la crítica también. De momento estamos de rodaje y las canciones en directo están funcionando bien por lo que estamos viendo. Es un álbum más pausado para la gente y menos bailable pero les gusta.
Julia: Sí, antes de sacar el disco hicimos una especie de presentación, tocando todo el disco sin tenerlo a modo de experimento, y la verdad que nos quedamos sorprendidos con la buena acogida.
¿Creéis que habéis conseguido otro tipo de público?
Julia: Los que eran fans siguen siéndolo porque no hemos hecho nada raro. Es verdad que es un disco algo diferente y de menos baile pero el sonido sigue siendo claramente Rural Zombies, no nos hemos vuelto locos.
Marcos: El llegar a más gente ha sido por dar más conciertos y la inercia de un grupo que crece más que por los cambios que se hayan producido en el disco nuevo.
A la hora de meteros con el disco, ¿sabíais que no seríais tan bailables?
Luken: Pues fue algo natural, haciendo las canciones vimos que estaban saliendo de esa manera en la que había quizás menos baile.
Marcos: Teníamos ganas de algo más de guitarreo, pero sin pensar que la canción iba a ser de un modo concreto. Ha surgido de forma natural porque nos lo pedía el cuerpo.
Manu: Queríamos darle más base, no hacer lo mismo, pero el camino ha ido cogiendo coherencia con las letras y música, todo con un tono melancólico que ha surgido sin ser forzado.
¿Estáis donde queríais estar?
Julia: Creo que sí, porque en este país si cantas en castellano puedes triunfar más porque que con el inglés es muy jodido. Belako quizás ha tenido más suerte porque muy pocos grupos pueden decirlo y nosotros estamos en ello.
Manu: Creo que con cuatro años de vida y solo dos discos estar donde estamos es para estar orgullosos, porque es complicado. Es verdad que igual hay otros grupos que lo petan más, pero si lo miras con perspectiva de bandas que llevan casi diez años y de alguna forma les hemos adelantado, la progresión es muy buena.
Marcos: En el día a día siempre dices «nos gustaría llegar más» pero hay que ser consecuentes y estar satisfechos de dónde estamos en este momento, siendo inconformistas pero lógicos.
Cantando en castellano ¿se llegaría a más gente entonces?
Julia: Sin duda, el nivel de inglés no es alto aquí, las cosas como son y a la gente le gusta que cantes, entiendan y se sientan identificados. El factor del grupo guiri es que oyes que lo están petando y eso ya atrae al llegar aquí por el background que tiene, por eso es más fácil para ellos.
Entrar en los festivales, ¿es complicado?
Marcos: Complicado porque se da más cabida a los grupos en castellano.
Julia: Volvemos a lo de antes, si cantas en inglés es más difícil entrar en festivales indies, exceptuando festivales como el BBK o PRIMAVERA SOUND que son más abiertos pero en el resto el cabeza de cartel será IZAL y así todo lo que viene después donde el castellano triunfa. Quitando casos puntuales la escena es esa y la gente va a ver eso y es lo que da pasta. Somos grupo pequeño y en inglés y eso es un handicap.
Tras las buenas críticas del primer disco, ¿afrontasteis con más nervios el segundo?
Marcos: Sí y no. Sin hablarlo mucho entre nosotros los cinco nos metimos en estudio con más autoexigencia que el qué dirán. Tuvimos más presión por nosotros mismos, por quedarnos contentos nosotros.
Luken: Queríamos intentar ser creativos sin agarrarnos al éxito del primero y hacer lo mismo. La presión nos la poníamos por no ser continuistas y arriesgar.
A la hora de moverse por Zestoa, ¿sois algo conocidos?
Aratz: Seguimos siendo los bichos raros. Qué tal, se os oye en la radio y tal… anécdotas.
Luken: En el pueblo la verdad que no, seguimos siendo nosotros. Muchas veces no se enteran de lo que hacemos y luego está la otra cosa, que aunque se dieran cuenta que llenáramos un Bernabeu sería el «hijo de» y nos miran como el hijo o nieto de tal, una cosa muy de casa.
Julia: Es que es nuestro pueblo, es otro mundo, la gente no está interesada en eso, siempre serás el vecino de al lado.
Marcos: Allí siempre ha habido bandas, es algo muy normal, por lo que no es algo que extrañe o llame la atención.
Entrando en terrenos sociológicos, como mujer Julia, ¿cómo interpretas la sentencia de La Manada?
Julia: ¿Cómo lo interpreto? como una auténtica barbaridad, no creo que haya otra manera de interpretarlo. Una anécdota que pasó hace unos días en el pueblo: estabas oyendo alrededor tuyo que a todo el mundo le sorprendía y estaba indignado, con todos muy de acuerdo en eso y hubo una fiesta con tamborrada en el pueblo. En la plaza había un cartel relativo a la violencia de género colocado en un altillo contra ello, y el Alcalde dijo que lo apartaran porque era un tema sensible que podía ofender a alguien, siendo un mensaje muy neutro. Ni político ni personalizado. Eso en nuestro pueblo pocos días después de lo ocurrido, si el Alcalde de tu pueblo cree que puede ofender lo dice todo… ¿a quién ofende, al maltratador? pues que le jodan. Se vive todo con mucha impotencia, algo habrá que cambiar.
Aratz: La justicia no es igual para todo, se ve claramente en la sentencias de algunas cosas y de otras, yo personalmente lo veía venir, sabiendo quiénes mandan y quiénes son los acusados se deja entrever.
Marcos: Se han agarrado a tecnicismos para obviar lo más lógico.
Las redes sociales, ¿ayudan al grupo?
Julia: Nosotros somos bastante vagos, de la vieja escuela. Nos cuesta subir cosas porque no estamos a eso. Las redes sociales es donde se mueve uno y sí que funciona a la hora del contacto y feedback del público, la gente necesita estar en contacto y seguir sabiendo de ti porque si no se olvida. En ese sentido es una herramienta muy práctica, si eres un vago como nosotros pues no tanto (risas).
Marcos: Lo hemos hablado, que deberíamos hacerlo más porque sí que funciona.
