ULTRAZUL

La formación de rock Ultrazul se estrena con un disco homónimo en el que muestran gusto y versatilidad, con esas ganas de quien arranca un nuevo proyecto y con los pies en el suelo para ir poco a poco fieles a su sentir musical. Hablamos con ellos de este recorrido y de arrancar nuevas propuestas en la escena actual.

Con unas semanas ya en la calle, ¿qué tal ha sido el recibimiento de vuestro disco “Ultrazul”?

La verdad es que estamos recibiendo muy buen feed back. Parece que está gustando y estamos muy contentos con ello.

¿Cómo de fácil o difícil ha sido el camino hasta tener este disco?

Ha sido un camino largo, y a veces complicado. Tomamos la decisión de invertir en un home studio, y esto nos ha llevado a poder experimentar mucho más por un lado, pero por otro lado el tiempo de grabación ha sido más largo, ya que podíamos permitírnoslo. Al grabar en casa y no tener un taxímetro corriendo los tiempos se alargaron algo más de la habitual. Así que hemos tenido un poco de todo.

Algunos seguimos escuchando discos completos, pero es cierto que a algunos les cuesta más hacerlo, ¿creéis que el álbum seguirá teniendo su cabida al menos para el artista?

Sí, seguro. Puede que para el público general no, ya que nos están educando en una cultura cada vez más de consumo corto y rápido, pero para la mayor parte de los artistas y para cierto público la experiencia de un disco completo es todavía importante.

En la era del single, cuál es vuestro posicionamiento, y lo digo porque el streamig y esa fórmula lleva a cierta tiranía al artista.

Siempre ha habido singles, pero es cierto que no de la manera tan masiva de hoy en día. Nosotros pensamos que esto está totalmente ligado a las redes sociales y el uso de estas como herramienta de marketing. Cuando los grandes y medianos artistas están constantemente generando contenido, todos nos vemos avocados a lo mismo. Y sacar single tras single, con su respectivo vídeo, making off… es la única forma de generar ese contenido constante y poder pelear por un poco de espacio y visibilidad.

Si no fuera así, nosotros probablemente hubiéramos sacado uno o dos single de adelanto, y después el LP.

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Presentasteis hace días el disco en Madrid, ¿qué tal la respuesta y cómo funcionan las nuevas canciones con el público en vivo?

El feedback fue bastante bueno. Creemos que nuestro fuerte está en los directos, y en el concierto del día 2 salimos bastante contentos con el resultado. La comunicación con el público fue muy potente, y cuando eso funciona, todos los elementos del concierto acaban fluyendo increíblemente bien.

“El río que llevas dentro” es uno de los temas que mejor representan esa energía y cierta oscuridad de la banda, ¿qué esconde?

Las letras de Ultrazul juegan mucho con la sugerencia y la ambivalencia. Hemos querido huir de las narrativas más literales y explorar una lírica más surrealista y abstracta. Así que en este disco, más que historias, lo que hemos querido transmitir son imágenes, emociones y conceptos.   

En este sentido, “El río que llevas dentro” habla del deseo y del juego que se encuentra detrás de él: los encuentros, los desencuentros, la química, el placer y el miedo. Todo junto en una coctelera, y mezclado de tal forma que, quien conecte con la letra, pueda también añadirle parte de sus propias vivencias y recuerdos.  

¿Qué influencias tenéis, y qué artista o banda recomendaríais a día de hoy?

Uff, nuestras influencias son muy variadas. En primer lugar partimos de un base rockera y guitarrera, muy cercana a la escena del rock de los 90 (grunge, stoner, etc.) que es la música que más escuchamos durante nuestra adolescencia. Y eso siempre deja un poso imborrable. Pero por otro lado también tenemos una vena muy marcada que nos conecta con el pop y el rock de los 60s y 70s (Beatles, Bowie, Kinks), y a la que en este disco hemos dado rienda suelta.

Por último, hay grandes bandas españolas y latinas que también forman parte del ADN del sonido de Ultrazul: Radio Futura, Soda Stereo, Piratas, Lagartija Nick… La lista es muy extensa.

A día de hoy, hay dos bandas españolas que nos gustan muchísimo: Derby Motoreta’s Burrito Cachimba (por cómo han recuperado y actualizado el rock andaluz) y la banda Bala, un dúo de rock súper guitarrero que suenan como una apisonadora.      

¿Cómo de difícil es compaginar trabajo y banda?

Pues depende de la época del año… todos tenemos picos en nuestros respectivos trabajos, y en esos momentos tenemos que bajar el ritmo. Afortunadamente siempre podemos invertir algo de tiempo en la banda.

Hacemos esta entrevista en viernes, día en el que salen lanzamientos, discos, singles de decenas de músicos, el poder “llegar a todo el mundo” en esta masiva oferta, ¿dificulta a su vez que te escuchen?

Creemos que sí. Al final los medios tienen que elegir entre todo lo que les llega para añadir a sus playlist o noticias, y es imposible abarcarlo todo. Y si una banda, sobre todo las emergentes, sólo dependiera de sus redes sociales, sería muy complicado llegar al público.

Un mal día lo mismo que uno bueno, el amor o el desamor, una amistad fallida… ¿Qué vivencias son las que más inspiran a un músico?

Pues uno tiende a pensar que las emociones y situaciones más dramáticas son aquellas de las que más inspiración se puede sacar. Una ruptura, una crisis personal, etc. Y no es necesariamente así. De hecho, cuando algo realmente malo te pasa, habitualmente en lo último en lo que piensas es en componer. Así que la mayoría de las veces las canciones surgen de situaciones más habituales: una conversación, un recuerdo, algo que has leído o has visto…

Por ejemplo, de nuestro disco, “Cielo líquido” surgió tras ver la película de 1982 del mismo nombre,  “Carrusel” tras recuperar un borroso recuerdo de la infancia y “Fin de línea” tras leer un antiguo tratado de alquimia y tarot. Como puedes ver, nada realmente crucial ni dramático, jajaja…

¿Acústico, eléctrico o ambas caras de la misma moneda para Ultrazul?

Aunque estamos a gusto en ambos formatos, el eléctrico es el que de verdad nos representa. Las canciones las componemos con esa energía, y es lo que se verdad nos divierte.

“Nocturno” es otro de los temas más destacados del disco, intimista y profundo, para el que pueda acercarse a la banda con este single, ¿qué contáis en el mismo?

Pues, como en el caso de “El río que llevas dentro”, es una canción que pretende sugerir más que narrar. Es muy habitual que quien se dedica a temas creativos sienta una especial predilección por la noche y todo lo que tiene que ver con este concepto (la oscuridad, los amantes, la calma, lo oculto, el sueño, etc.) En este sentido, la noche es muy buen momento para componer, ya que el ruido del día desaparece y uno tiene tiempo de poder ordenar su cabeza y centrarse en sus propios pensamientos.  

En esta canción presentamos a la noche como un refugio donde protegerse de todo lo que ocurre el resto del día. Un sitio confortable, escondido, fuera del alcance de la influencia del resto del mundo. Un lugar donde, además, los amantes protagonistas de la letra pueden encontrarse sin ser molestados ni interrumpidos.    

En cuanto a próximos conciertos, ¿hay que ir con cabeza en estos tiempos a la hora de salir a tocar a ciudades? ¿Qué planes tenéis?

Actualmente el tema de salas lo vemos complicado. Creemos que ha habido un antes y un después con la pandemia. Ahora las salas apuestan por varios tipos de eventos, parece que además hay más bandas… esto hace más complicado cerrar fechas.

Por nuestra parte hemos cerrado alguna fecha para 2024, pero seguimos planificando. La idea es poder tocar lo máximo posible tanto dentro como fuera de Madrid. Por supuesto, iremos avisando de las fechas en nuestras redes sociales.

En una época en la que lo urbano y latino parecen ocuparlo todo, ¿creéis que el rock y las guitarras siguen y seguirán teniendo su espacio?

Sí, no de la manera que lo hacían hace unos años, pero sigue teniendo público y espacio. Ahora el rock compite con otras músicas más mayoritarias, que cuentan además con el apoyo casi monopolístico de los medios y de la industria, y nuestro nicho de ha ido empequeñeciendo. En todo caso, sólo hay que pasarse por un gran festival de rock para ver que sigue habiendo un público, aunque lamentablemente cada vez es más difícil llegar a él para bandas pequeñas.     

Y con esto, cuesta llevar a la gente a los conciertos, pero los grandes estadios con actuaciones de 300 o 500 euros agotan, ¿hay algo social más que artístico en esto?

Está claro que el consumo de la música en directo ha cambiado mucho estos últimos años. Diría que desde inicios de los años 2000 hasta ahora ha habido una progresiva tendencia a los grandes festivales y las mega giras internacionales en detrimento del consumo de música local. Esto había  ocurrido siempre, pero la irrupción de las redes sociales y el marketing digital facilitó mucho la posibilidad de orientar el gusto general hacia aquellos productos y eventos más rentables para la gran industria. Y ahora esta situación es muy difícil de revertir. En esta guerra de David contra Goliath, David está noqueado y con las manos atadas, y Goliath maneja los algoritmos de búsqueda, Instagram, Tiktok y las plataformas digitales.

Aún así y pese a todo, cada vez hay más bandas pequeñas intentando hacerse un hueco. Con lo que sigue habiendo esperanza para la música independiente.      

Viene 2024, ¿que le pedís al año?

Pues poder seguir tocando, componiendo y grabando. Que al final es el verdadero éxito para una banda independiente. ¡Toquemos madera!