Rayden «La victoria imposible»

Warner Music 

Haciendo una especie de juego adentrándome en la película Tenet y como si pudiera manipular el espacio tiempo con el que darme ventaja, es como ahora entiendo mejor y le doy sentido al devenir que ya conocemos para el futuro de Rayden, o David Martínez Álvarez, el músico convertido en escritor, el escrito convertido en músico y entre todo ello un poeta

En los últimos tiempos hemos podido descubrir algo más su faceta de escritor que de músico, y todo ello a pesar de sus colaboraciones y, por supuesto, de su legado en forma de singles de adelanto o ese paseo que se dio en 2022 por su “Calle de la Llorería” con la que participó en Benidorm Fest, por cierto, ahora asesor musical de su próxima edición.  

Su poemario “Amoratado”, la “Cantinela” de quien ha escrito más de cien canciones y su último legado en forma de novela “El acercamiento de la mujer cactus y el hombre globo” que es el primer paso de David Martínez Álvarez y el último de Rayden, pero antes un canto de amor musical y regalo para los que le han seguido a lo largo de más de dos décadas de éxitos: “La victoria imposible”

Es esta su última obra, tras el excelso y notable legado que fue su trilogía “Antónimo”, “Sinónimo” y “Homónimo” con el que el artista de Alcalá de Henares se ha hecho más grande si cabe, abrazado a un mix estilístico, rompiendo etiquetas y pensamientos “talibanes” musicales para dotar de auténtica personalidad a sus canciones, colaboraciones mediante siempre muy bien escogidas. 

En esta tesitura, 22 años después nos despedimos de la poesía privilegiada en lo musical, no sin antes regalar un trabajo de indudable valía, que recoge todos los elementos característicos del cantante y que ofrecer un recorrido que bien podría servir de grandes éxitos inéditos con el que descubrir sus capacidades. 

Hay belleza con aderezos suaves aflamencados en un arranque sutil como “La patria de los ausentes”, pasando por un viaje en el que es un piloto experimentado, el de los sentimientos con el amor transformado en una carta abierta “Alma 22”, esa alma convertida en pareja que es Beatriz Fernández, otra artista polifacética de brillante debut narrativo, «Desfiladero». Rayden factura una brillante historia de amor, contrastando con la brillantez dolorosa de “Ayer a estas horas”, un up tempo de drama, olvido y copas mediante.  

Nos adentramos después en “Multiverso”, que no el de Spiderman, aunque él es superhéroe para muchos seguidores, en un tema en el que sabe manejarse firmemente en los ritmos pop y mimbres electrónico hablando de nostalgia con estribillo coral que será un juego musical a lo Jared Leto en directo. 

Qué bien maneja los tiempos vocales, de quién es sabio convirtiendo el rap en amor, dolor y recuerdo, con el romanticismo que aporta Dani Fernández en su estribillo, un tándem idóneo para tocar corazones. Y sí, el rap y bases brillan en “Castigos amables” feat la propia Beatriz Fernández, el groove y alma soul con Travis Birds en “Llanto”, la producción modernizada de “Una fiesta en tu nombre” y lo estiloso del juego de palabras de «Mujeryego» con Nampa Básico, un fondo cálido y crudo de circunstancias de pérdida, búsqueda y trapos sucios masculinos.

No debemos perder detalle de la frescura de “Llámalo azar” con lo dulcificado de la voz de Juan Pablo Vega, manejando un estribillo de aires veraniegos, el ritmo acelerado de “Animales de sombra”, uno de los cortes más eléctricos para entrar en una fase final de colaboraciones, “Ser, estar, aparecer”, otro regalo amoroso que encantará a los fans de estructuras musicales como las realizadas antaño con Bely Basarte aquí con Covi Quintana, el pop rock de “En el cielo de la boca” con Álvaro de Luna y el mix vocal fastuoso siempre de Carlos Tarque con la cara rap de Rayden en “Sr. Fracaso”. Y sin miedo, construyendo 14 canciones de un disco en los tiempos del single, como si esa victoria imposible de la que hace gala su título, despedimos con el “Nuevo año chino”, que deberás descubrir por ti mismo. 

Despedimos con cierta tristeza, pero sin duda alegría por lo conseguido, con un colofón final impecable en una victoria que dice ser imposible, pero a la que sin duda ha llegado, con la euforia de abrazar otra carrera en la que adentrarnos seguro, pero es otra historia, la que él contará de aquí en adelante. 

Miguel Rivera