Explota Explota

El mayor acierto de Explota Explota, que ahora llega en Blu Ray, es haberse construido en base al gran repertorio de Raffaella Carrá como idea, para presentar una comedia romántica y musical simpático, ofreciendo un film cuyo mayor legado es hacer que desconectemos durante dos horas de nuestro día a día y las penurias informativas.

No es España un país para grandes musicales, no estamos acostumbrados ni contamos con los presupuestos que tiene el cine norteamericano para ello. La película de Nacho Álvarez no pretende ser un gran musical, por lo que no engaña a nadie desde el principio pero acierta en mostrar la simpatía que desbordan sus protagonistas para, basándose en la sencillez y la música optimista de la italiana, construir un relato tan agradable que funciona.

Teniendo en cuenta todo esto, sin pretender ni buscar hacer un musical de Broadway cañí, la comedia romántica que encontramos consigue sacarnos a bailar y, joder, que sus canciones nos calen.

María, interpretada por Ingrid García-Johnsson, deja plantada a su novio en Italia y marcha a Madrid para ver cómo encajar su vida, tratando de cumplir n sueño de pequeña, que no es otro que el de ser bailarina. Un cúmulo de circunstancias hará que conozca de manera fortuita a Amparo, una azafata interpretada con salero y tino por una gran Veronica Echegui (nominada al Goya), y a Pablo (Fernando Guallar) de quien se enamora y que sirve de gancho inesperado para que María termine en el programa más exitoso del momento en TVE.

Así es como asistimos al formato de comedia romántica, bañada por canciones que, de seguro, nos harán bailar. De por medio, y dado que el film se ubica en los 70, tenemos la censura y el sexismo marcado de la época, sin meterse en ningún terreno excesivamente, pasando por ello de manera superficial como hilo argumental en el que apoyar toda la comedia.

Ligereza y números musicales que, más allá de lo pegadizo de los temas, no son deslumbrantes, pero creo que tampoco se pretende, porque lo que busca y, ahí encontramos el acierto rotundo de la misma, es forjar una historia romántica a base de canciones que nos lleven al desenlace deseado donde destaca su excelente colorido y vestuario.

Así es como tenemos un musical tan agradable como sencillo, cinta que llegó a los cines con valentía en tiempos complicados para las salas por la pandemia y los rebrotes de la segunda ola, pero que tiene a bien regalarnos un cine de «evasión» en tiempos convulsos con un mensaje ensoñador y puro optimismo, su mayor regalo hacia un espectador muy necesitado.

Miguel Rivera