El rock vuelve a lo más alto

No creo que podamos llamarlo cambio de paradigma pero es cuanto menos llamativo y excitante ver como el rock está de vuelta, si es que alguna vez se fue. Lo que está claro es que a pesar de no dar demasiada importancia a las listas de ventas, las últimas semanas hemos visto encaramarse a los primeros puestos a bandas de rock y metal clásicas.


Si cualquier tiempo pasado fue mejor, con la pandemia más aun, y en lo musical todavía más, yen unos años en los que lo urbano y el indie parecen haberlo copado todo, los últimos tiempos el rock ha vuelto con fuerzas renovadas manteniendo su pulso y arribando los primeros puestos con propuestas diversas que no hacen más que mostrar el músculo de unos géneros, rock y metal, que siguen más vivos que nunca.

Helloween, con su versión vintage, en la que recuperan a dos referentes de sus comienzos como Kai Hansen y Michael Kiske, se han encaramado al primer puesto de las listas de ventas con su nuevo y flamante disco homónimo, toda una forma de reivindicar ese metal de los 80 y 90 con el que triunfaron y que sigue dándonos alegrías en pleno 2021.

Por su parte, y con casi 30 años a la espalda, una de las bandas más reconocidas del rock nacional, Sôber, que han vuelto con “Elegía en un disco más oscuro, intenso y contundente. Viéndolo ahora, podemos entender casi este álbum y su número 2 en las listas, como toda una reivindicación de unos músicos que como me dijo Jorge Escobedo tiempo atrás en una entrevista “aquí seguimos más de veinte años después, habrá que ver dónde están otros dentro de unos años, por lo que cuesta es mantenerse”.

Y todo esto no es moco de pavo, porque los teutones desplazan del primer puesto a nada menos que a “El madrileño”, es decir C. Tangana, algo que nos recuerda que el pasado mes de septiembre eran Sidecars con su «Ruido de fondo» los que se colaban en un primer puesto desplazando a Ozuna, para bien de los que defendemos el rock, siendo a su vez su primer número uno.

Dicho todo esto, cuando los festivales indies parecen haber reculado en parte por la pandemia, que bandas de rock y metal se cuelen en los primeros puestos desbancando lo urbano, da que pensar, quizá faltos de esa energía musical que empezaba a ser necesaria en tiempos en los que la gente busca de fuerzas renovadas y en pro de reivindicar un estilo y género que siempre ha estado ahí y que, discos como los que nos ocupan, no hacen más que engrandecer el estilo.

Miguel Rivera