RULO

VIDA EN MOVIMIENTO

Rulo ha vivido un año particular en plena pandemia, el músico ha sido afortunado y, adaptándose a las circunstancias como artista, ha tocado mucho, dejándole la sensación de haber mostrado las canciones de su último disco «Basado en hechos reales». Ahora, el de Reinosa afincado en Madrid, se ha atrevido a dar el paso y junto a la colección de Verso & Cuento lanza su primer libro escrito por él «Vértigos y norias», poesía y textos que muestran su mundo interior de forma cuidada y muy personal. Nos juntamos con Rulo en las oficinas de Penguin Random House para indagar sobre los vértigos, la noria de la vida y su año en sí.

En noviembre de 2019 nos veíamos con la promoción de “Basado en hechos reales”, ajenos a todo lo que iba a venir poco después. Qué hay de nuevo en ti después de todo este tiempo, porque todo el mundo hemos cambiado en algo.

Sin duda, yo creo que ninguno somos los mismos con la maldita pandemia. Creo que a muchos nos pilló en un momento dulce, yo estaba haciendo varias Rivieras en Madrid, saboreando un poco los frutos de componer un disco como ese, con lo que conlleva de tiempo y tras dos meses de grabación, y disfrutando mucho sobre el escenario hasta que llegó el confinamiento.

Lo primero que he de decir es que me siento afortunado, porque aunque pasaron cosas no perdimos a nadie de la familia, y luego tengo la sensación de que el disco lo he cantado, porque hice varios conciertos. Tras el confinamiento llegó un Autocine, el primer concierto con público sentado en Cantabria al salir del estado de alarma, hablé con mi management este año y les dije que quería salir a cantar el disco para que no se perdiera. En vez de salir 21 en gira íbamos diez, y adapté las canciones, pero también arañábamos, un mix de lo que hacíamos en teatros y lo eléctrico, nos lo hemos pasado pirata. Llegados a este punto y a pesar de todo he dado como sesenta conciertos, y siento que lo he cantado, algo de lo que me alegro porque es un disco muy importante en mi vida.

¿Todo eso te lleva a este libro o estaba ya pensado?

No, hace dos años me contacto Gonzalo Albert por medio de Andrés Suárez y amigos en común. Gonzalo ya me hablaba de esto, pero yo estaba con el libro de ‘Tres acordes y la verdad’, no sabía si autoproducirlo o venirme con ellos porque no conozco tanto el mundo editorial, porque las dos cosas anteriores no estaban escritas por mi como tal, así que era un poco nuevo y no sabía qué hacer. 

Me encontraba en febrero con la bajona del momento, sin estar tocando y tras decirle varias veces que no a Gonzalo Un día estaba con África Egido y le comenté que tenía notas de teléfono escritas y vi entonces que me apetecía ir adelante con el libro, así que llamé a Gonzalo y le dije que tenía cosas que me gustaban y quería sacarlo con Verso y Cuento. Le agradezco mucho que no me dejara caer con este proyecto. He escrito mucho sin musicar en la pandemia, tanto con este libro como ahora con la columna del Diario Montañés, me he volcado mucho en escribir como bálsamo para estar mejor en los momentos de bajón durante la pandemia.

El título del libro “Vértigos y norias” me va bien como metáfora de lo que hemos vivido, pero esto como intepretación personal.

Sí, más que nada es cómo es la vida y lo que me produce también la escritura. El papel en blanco me produce vértigo  y también te sube arriba, te da aire y marea pero te deja ahí, una metáfora de la vida en sí y lo que me produce escribir.

Antes del libro me encontraba entre el “no me atrevo” y el “me apetece mucho” y a mi me gusta también tirarme a piscinas sin agua. No quería sacar nada que me produjera rubor dentro de unos años, quería algo con calidad, luego puede emocionar o no a una persona, eso ya es otro tema. Quería cuidarlo como con mis canciones, o mi merchand que lo diseño yo, pero no quiero nada bajo mi nombre que me produzca vergüenza y para mi no era un objetivo publicar, era que tuviera algo de enjundia y que pudiera remover algo por dentro a alguien. Cuando vi que me gustaba lo que estaba haciendo fui cogiendo confianza, pero al principio el que creyó en mi cuando yo no lo hacía fue Gonzalo.

En uno de los poemas hablas de Instagram como una especie de espejo y de Twitter del odio.

Sí, yo tengo las redes porque tengo una banda, de otra forma te juro que no las tendría. He terminado una gira tan especial como esta en Zaragoza hace unos días y todavía no he sacado nada al respecto, siento que llevo unos días sin postear y como que me siento mañana, como que tienes las sensación de tener que estar alimentándolo, una tarea más del día a día. A la guerra de Twitter no entro, soy más usuario de Instagram, y cuando pones una foto increíble de algún fotero estupendo tiene muchos me gustas, pero luego lo curioso es que pones algo de la vida privada e interesa mucho más, es tremendo. En cualquier caso son muy necesarias, son un canal de promoción directo, porque entre las tres redes puedo hacer llegar mi promo a miles de usuarios potenciales, tengo una guerra interna, un amor odio con ellas.

«Las redes incluso para nosotros que somos adultos, de alguna manera te afectan en tu vida y eres un poco presa de ellas, así que imagínate alguien tan frágil como un adolescente»

Tienes una hija de catorce años, ¿cómo hacer buen uso de las redes con una hija?

Pues es complicado, porque las redes incluso para nosotros que somos adultos, de alguna manera afectan en tu vida, eres un poco presa de ellas, así que imagínate para alguien tan frágil como un adolescente. Es un tema complicadísimo. Imagina que en una playa o en un bosque te indicara un cartel “últimamente estás viniendo mucho”, sin embargo las redes son conscientes de que no nos hacen bien si abusamos, porque el móvil te da la posibilidad de limitar el acceso y uso.

Creo que yo teniendo las armas y siendo un adulto, me influencian más de lo que me gustaría, imagínate una persona de quince o veinte años, esos sí que tiene un reto y tu como educador puedes limitarlo pero no cuánto les jode la cabeza, o cuanto de fea se puede ver mi hija siendo una persona bonita, eso es muy difícil, porque un adolescente “feo” qué va a hacer, ¿no salir a la calle?

Antes la estigmatización era que me llamaran gafotas en el colegio si llevaba las gafas, y ya te jodía, pero ahora con esos escaparates ¿qué ocurrirá?, pues que acabarás queriéndote operar. Yo siempre me quedo con lo positivo porque soy un tipo optimista, pero sé que si a mi me afecta lo que veo y soy una persona con la cabeza amueblada más o menos, los que nacen ahora ya con ello puede ser un problema.

Un verso, Madrid araña y nadie acaricia como tu.

Yo dije que nunca vendría por trabajo con La Fuga siempre fue una resistencia eso, y sabiendo que en Madrid hay cosas de curro que coincide por circunstancias varias, porque igual estás en un bar, te presentan a alguien de una marca y te sale trabajo en directo patrocinado. Yo al final vine por amor, que me parece lo más potente, pero por curro nunca me moví a Madrid. Es verdad que vivo entre Madrid y Santander, y no me da tiempo a que Madrid me llegue a agobiar. Y por otro lado, Cantabria es el refugio, si la cosa fuera mal en lo personal o lo laboral sé dónde voy a acabar con mis huesos, y tampoco echo de menos Cantabria porque acudo muchísimo, así que reboto todo el rato, pero mis días creo que acabarán en Santander porque con los años me tira el mar mucho más.

Otoño’ sale en el libro, ¿qué es para ti esta estación?

Pues la de aterrizar un poco, porque siempre pienso que viviría en un eterno verano pero acabaríamos exhaustos, el otoño te pone un poco en su sitio y te frena, debes llegar con ganas de él, viviendo un verano intenso, y eso me ha pasado a mi, para después reposar, encender la chimenea y abrir vino en tranquilidad, y es muy importante para componer y escribir, pero debes ‘aterrizar’ deseando que llegue.

Hablas de las nocheviejas de forma negativa en uno de los textos.

Es quizás por las expectativas, siempre hemos preparado esa noche para que sea especial, es una simple reflexión. Me busco la vida para tener una gran nochevieja que nunca llega, pero al final esa gran noche puede ser un 20 de octubre, yo tengo muchas grandes noches a lo largo del año, afortunadamente, pero parece que tiene que ser ese 31 la gran noche. Yo he llegado a la conclusión que es una noche más, pero hay ese bullicio alrededor.

«Mi opinión es que no puedes volcar toda tu felicidad, alegría o bienestar emocional en una cosa»

Veníamos de una noria que es la vida, la tuya ha seguido girando en este tiempo pero para muchos se ha parado, como que en la música tenías todo el ruido y de pronto llegó el silencio para los artistas.

Sí, y ahí te digo que lo que de verdad ayuda es tener más cosas que la música. Es muy importante, yo tengo conocidos que su vida es su carrera, y cuando llega una pandemia y te dice que tu carrera va a estar año y medio sin nada tienes un doble vacío.

Mi opinión es que no puedes volcar toda tu felicidad, alegría o bienestar emocional en una cosa, hablo de la carrera, o del que vuelca la felicidad únicamente en los niños o llámalo x. Cuando tu banco se sostiene en más de una pata, es más fácil que un palo como la pandemia te haga relativizar y el golpe sea menor, y creo que teniendo más cosas es más sano en general.

¿Por qué cuentas con Bunbury para el prologo?

Pues en el anterior libro quería que me prologara algún amigo con cada capítulo y Enrique era uno, pero con la pandemia y demás le pasó una historia, con el tema de los vuelos y terminar el disco. Me preguntó si me hacía mucha putada por no poder, y percibí tanta ansiedad en el mensaje que le dije que no me debía nada, y no pasaba nada, me acuerdo que le puse “lo de deberse algo es en el amor, en la amistad no”, y es verdad, los amigos no nos debemos nada. Esta chapa que te cuento es porque cuanto llegó este libro, que es una colección de verso y cuento no lleva nunca prólogos, pero le pregunté a Gonzalo y le dije que me gustaría cerrar un círculo y contar con un prólogo de Enrique, me dijo que era mi libro y yo decidía.

Le escribí pues a Enrique y le comenté que todo pasa por algo y tenía que estar en el libro, y me comentó que le encantaría y le hacía más ilusión si cabe porque está escrito por mi. Al final el prólogo es brillante, me lo envió una noche y me emocioné, quizás la pandemia que nos revuelve más las tripas, pero me parece un texto magnífico, lo que dice y cómo lo dice, escribir desde la libertad.

«Creo que ahora nos merecemos vivir, lo malo es el que no lo ha podido contar»

Incertidumbre, ¿es una palabra que puede servir para una canción futura?

Sí, pero no. La incertidumbre la hemos vivido pero afortunadamente hacemos borrado para ver la luz. Este libro está realizado durante toda la pandemia aunque tiene algún texto de hace dos años y no habla de la pandemia, salvo “Nube negra” y la ilustración de Álvaro Fajardo. Es más, tengo una canción nueva futura, que ya habla de mi filosofía, “se viene lo mejor” y yo siempre pienso eso, ¿incertidumbre? Sí, la hay todavía, pero no puedo hablar de ello en una canción, aunque tenga algún retal una letra. Creo que ahora nos merecemos vivir, lo malo es el que no lo ha podido contar.

Desde la distancia, con la salida de Pedro de La Fuga, ¿cómo lo ves desde tu sitio?

Pues mira que podría hacer leña del árbol caído, pero lejos de eso, lo digo tanto aquí como en mi casa, me da pena. Al final es mi banda madre, de mi vida, la que me formó como músico y persona, y verlo así… Ya me daba un poco de pena desde atrás, y no quiero que lo que diga suene a soberbio, pero creo que cada uno tendría que haber hecho su camino, y no utilizar el nombre, lo creía en su momento y a pesar de ello cedí con el nombre.

De no haberse usado el nombre de La Fuga, quién sabe, el año que viene se cumplen 25 años y fíjate que no nos hablamos, pero hay grupos que sin hablarse se han juntado, de no haberse tocado el nombre igual hubiera dado pie a algo de una manera muy puntual, porque no volveré a estar en una banda en mi vida, pero habiéndose utilizado el nombre es imposible.

Para cerrar, un libro.

Jacobo Bergareche con ‘Los días perfectos’, me ha volado la cabeza a mi y mucha gente, y el último de David Trueba “Queridos niños” porque tengo todo lo que hace, y me ha encantado.

Miguel Rivera