SÔBER

La banda madrileña Sôber celebra 30 años en la música de una manera muy especial, regrabando su primer disco «Torcidos» bajo el nombre «Retorcidos» con dos temas inéditos y un sonido y producción que prácticamente hace que estemos ante un nuevo trabajo. Además, una gira en la que reúnen sus proyectos Savia y Skizoo para deleite de sus seguidores. Todo ello sirve para que junto a Carlos Escobedo hagamos repaso de la trayectoria de una de las bandas más exitosas del rock español.

Nos encontramos con otro nuevo trabajo y ya he perdido la cuenta. ¿Cómo se afronta la grabación de un disco a estas alturas después de 30 años?  

Pues tengo que decir que con mucha ilusión. La grabación de este disco era necesaria porque «Torcidos» fue un disco que se grabó hace un montonazo de años, en unas condiciones bastante pésimas, tuvimos una parte negativa, se nos engañó con una artimaña que tenía una compañía discográfica que se montó falsa como concepto de adelanto de autores donde nosotros acabamos pagando casi 1600000 pesetas por ese disco en concepto de adelanto de autores.

Fue un disco que se grabó en un fin de semana, se dejaron los timbales fuera, hubo que grabar los timbales otra vez, las canciones se hicieron sin claqueta, pero yo siempre he tenido un recuerdo muy bueno de esas canciones, de esa esencia. Llegado el momento dije, joder, algún día hay que regrabar esto y bueno, en mi tiempo libre iba maquetando las canciones para ver cómo sonaría ahora esto, y me ponía yo aquí con mi guitarra, preparando baterías, viendo las melodías. Y claro, me empecé a ilusionar, empecé a decir, «oye tío, esto pinta muy bien«, se lo comenté a los compañeros y también les encantó y poco a poco fuimos un poco dándole forma con el concepto del 30 aniversario.

Es una forma de el poder hacer un poco balance, mirando cuál es la evolución del grupo después de 30 años, viendo que que las canciones funcionaban muy bien y que tenían esa esencia, a mí me empezaba incluso a recordar canciones más a la época de «Morfología», porque ese disco fue justo antes de ese álbum.

Creíamos que que el público lo iba a valorar de una manera positiva, porque siempre que regrabas algo siempre está el fan auténtico que dice «hostia es que esta canción molaba más antes» ahí te la juegas, pero yo creo que que respetan muy bien la esencia de la canciones de antaño, pero con un sonido mucho más actual y una gran producción, creo que muy cuidada para que a día de hoy pueda ser casi un disco nuevo.

Por todo ello le quisimos poner el título de «Retorcidos», para darle su propia identidad.

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Que haya 14 canciones en la era del single, ¿a qué se debe? 

Pues se debe a que realmente la gente va a escuchar las canciones que le gusten y las va a tener en sus playlist, pero sí es cierto que nosotros seguimos creyendo en el formato físico para nuestros fans y creo que poder hacer un trabajo extenso donde haya bastantes canciones e incorporar dos nuevas que no chirríen en conjunto tenía sentido.

También vamos a hacer una caja conmemorativa con ese 30 aniversario para darle un valor añadido porque es es una de las cosas que queremos seguir cuidando, lo tenemos muy presente.

Sabemos que el consumo en plataforma es de singles por eso también hemos ido lanzando varios adelantos y cuando esté en la calle ya la gente escuchará las canciones tal y como como quiera, pero nosotros seguimos creyendo en el orden, yo lo agradezco como oyente también.

¿Dónde está el rock en 2024, con otros géneros adelantando por la derecha? ¿Ha quedado un poquito diluido comparado con los 90 y los 2000?

Sí, pero fíjate, creo que el rock está en un punto donde ya le gustaría situarse a muchas de las músicas que pasaron a tener un pico muy potente y luego caer. El rock siempre se ha mantenido, aunque no esté en su mejor momento a nivel mediático.

Piensa que las plataformas a día de hoy no apoyan. Nosotros somos una banda que te puede meter 3000 personas en salas y te vas a Spotify y tienes 100000 oyentes al mes y cualquier artista que no hace ni una sala de 50 tiene 200000 o 300000. Eso depende muchísimo del apoyo que las plataformas dan mediante sus playlists. Como banda tenemos otras cosas más importantes. Para un artista también la parte digital es muy interesante pero yo creo que nuestros fans quieren seguir viniendo a los directos, tener ese formato físico ¿ nos gustaría que tuviese más presencia nuestra música en plataformas? Claro que sí, además el estilo lo merece y creo que hay grandes bandas que están haciendo cosas muy chulas, pero ya sabes que se pone de moda algo y todo el mundo tira hacia ahí.

En Sôber tuvimos también ese pico en 2002 y 2003, estábamos en los medios de comunicación. Tenemos la suerte de haber vivido ese momento y de habernos mantenido, que yo a día de hoy sigo un poco flipando. Y lo digo con toda la sinceridad, de ser una banda que saca las entradas de Madrid y semanas antes de un concierto llevas 2000 entradas vendidas. Al final dices, «hostia, de momento seguimos teniendo nuestro público». Quizá eso es que hemos hecho las cosas bien y por eso la gente sigue con nosotros.

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Siempre recuerdo que tu hermano Jorge, me dijo en la promo de «Vulcano» que lo importante era poder mantenerse tras décadas en la música, cuando otras bandas de éxito se disuelven o desaparecen en unos años. ¿El éxito es que sigamos más de veinte años después encontrándonos aquí tú y yo?

Yo creo que sí, esa es un poco la la diferencia y la autenticidad que sí tiene el rock. Hay grandes bandas de indie que a mí también me gustan, pero al final casi las puedes contar con una mano porque el resto tienen como un pico. De repente aparecen en 3 festivales, Sonoramas y varios más y de pronto pasan a mejor vida, o gente que te hace una Riviera y ya cuando viene va una sala Moon o el aforo se ha reducido drásticamente.

Por todo ello queremos celebrar los 30 años con Skizoo y Savia y varios de sus miembros porque esos dos proyectos también forman parte de nuestra carrera musical y de la de nuestro público.

«Paradÿsso» cumplía veinte años y fue un disco en el que la producción era espectacular, santo y seña ya de Sôber, ¿nos hemos equiparado a lo de fuera en cuanto a sonido?

Creo que todavía estamos un poco a años luz, pero sí que es cierto que estamos muy, muy cerca de hacer las cosas bien. Quizás es la tecnología, también que hay gente más especializada y que se le da también un valor añadido. Piensa que en una plataforma donde en una playlist te metes en una canción de Avenged Sevenfold y de repente suena una de Sôber tiene que haber una historia que no digas «hostia, esto suena pequeño, bajito».

Hay discos guiris de bandas con más caché que suenan peor que uno de Sôber, me refiero que también tienes que posicionarte y decir «de aquí no podemos bajar», es una manera de exigirse a uno mismo. Yo me meto mucho en las producciones para agobio de Flor, al final no sé cuántas veces hemos repetido mezclas y cosas así.

¿Cuál es el secreto para seguir 30 años juntos, independientemente del parón con Savia y Skizoo?

Yo creo que la música está por encima de todo, pero al final también somos humanos e igual yo fui el que pedí ese parón en el momento donde Sôber llevábamos seis o siete años muy intensos. Le tengo mucho respeto a la música y a las canciones y lo que no quería era entrar en esa dinámica en donde la compañía te pidiera un disco porque se supone que hay tiempos y tenías que sacar un single, pensé que el tiempo nos iba a venir muy bien a todos para bajar un poco los pies y ponerlos en el suelo. Y cuando volviéramos decir «vamos a hacer esto cuando queramos»

Somos productores de nuestros discos, y damos mucha importancia a la música, el sonido e incluso la portada, es algo que trabajamos mucho y hasta que no lo tengamos no salimos. Me acuerdo que «Vulcano» se retrasó 6 meses y a mí a poco me matan. Fernando el de la oficina porque tenía bolos cerrados, pero yo veía que había canciones que no estaban a la altura y entonces metimos nuevas.

Al final como banda eres el dueño de tu música, y eso es algo que está por encima de otras cosas. A partir de ahí el llevarte bien con los compañeros es súper importante, el respetarse. Sí es cierto que cuando haces giras lo suyo es que también no agobiarse demasiado y tener tiempo y que cada concierto sea algo especial, que no te metas en una gira de estas donde te encuentras todas las semanas tocando y al final pues eso, le pierdes un poco el respeto, porque yo en esa última época me subía al escenario y no sabía en qué ciudad estaba y eso me daba muchísima rabia.

Tengo suerte porque no me hace falta tener que hacer un concierto cada dos por tres para comer, entonces agendamos menos pero hay que tener claro siempre que cuando subes a un escenario debe ser porque tienes algo que decir, que siempre que saques un disco sea porque tienes cosas que contar. Y entonces ese fue un poco el sentido que hemos mantenido.

Durante esta última época hemos hecho nuestras giras, con nuestros momentos de parón, y tengo que decir que este año ha sido muy tranquilo, ha habido tiempo de preparar el disco, hemos hecho alguna fecha puntual, pero el 2024 por ejemplo viene cargado, pero yo sé que vamos a estar como muy a la altura porque porque el público merece ese respeto, es el que no no te deja que se te vaya a la olla.

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¿Cómo es volver con Skizoo y Savia?

Pues muy increíble, porque repasando las canciones de Savia te recuerda un poco esa época y tampoco las veo tan distantes, y el hecho de volver a juntarnos con Jesús Pulido y también que Morti venga es estupendo.

Creo que va a ser genial, además, queremos hacer un repertorio mucho más dinámico, no queremos que sea la parte de Savia, de Skizoo o Sôber como 3 bandas, y sí más como una familia donde se va a interactuar, donde de repente uno sale, canta una canción, se va por el otro lado y sale el otro. Se cambian los músicos, que al final vayan pasando cosas dentro del show de 3 horas de concierto.

¿Crees que sigue siendo posible que un disco sea tan determinante para como pudo ser «Paradÿsso» para muchos de nosotros?

Yo creo que visto lo visto, no es que sea imposible, es que depende mucho de una generación. Creo que cuando eres más joven las canciones te entran y se quedan para siempre. Cuando ya tenemos cierta edad, seguro que te pasa también, oyes un disco, te gusta, lo puedes escuchar mucho pero ya no te va a marcar, a no ser que haya una generación nueva de rock y que con tus 18 años empiece a sonar fuerte.

A nosotros nos pasó con el parón de la banda, hubo gente que se enganchó con «Superbia», que «Morfología y tal le sonaba muy antiguo, pero ese disco les encanta. Entonces ahí es donde ves que todavía enganchas a una generación un poco más joven y que tocas una canción como «Náufrago» y el sitio se cae abajo.

Es el público el que realmente también hace un disco tan grande, nos pasó a todos con el «Ten» de Perl Jam, por mucho que te hagan ahora un disco jamás será como el «Ten» para uno. Con la edad los discos te marcan de otra manera.

Dicho todo esto, yo siempre trato de poner el mismo cariño en lo que hago, y no me levanto de la silla de donde grabo hasta que acabo diciendo «puto temazo» antes de pasar a otro.

Cuando hablamos por el primer disco de Savia acababas de ser padre de tu hija, ¿cómo es conciliar en una banda en la que todos sois padres?

No es fácil , especialmente cuando estás con grandes giras o cuando tienes que viajar a Latinoamérica. Mi hija nació cuando nos íbamos a Estados Unidos a mezclar «Reddo», y eso era estar un mes fuera. Ahora mismo tenemos suerte de que la tecnología ha avanzado, podemos estar viéndonos y haciendo esta entrevista a distancia, pero en aquella época tenía que comprar una tarjeta y meter 20 dígitos para hablar por teléfono.

Por entonces sin duda se pasaba mal en la distancia, y además eran momentos en los que el grupo estaba resentido, yo fui el primero en tener a mi hija, y mi hermano por ejemplo se había separado, éramos la antítesis entonces, yo tenía muchísimas ganar de acabar el concierto y venirme pronto por la mañana para estar con mi niña, y a lo mejor otros tenían ganas de disfrutar de la soltería. Ahora ya mi hija tiene 20 años y es diferente.

Como artista te estructuras el trabajo para que realmente tampoco te te absorba, porque como bien sabes, si tú quieres, en Madrid todos los días hay presentaciones, todos los días, hay conciertos, todos los días hay cachondeo. Si tú tienes muy claro que te dedicas a esto por lo que te dedicas, pues al final haces vida de una persona normal, te levantas prontito, te vas a entrenar y al final yo creo que esa es la parte que te une a la familia y que es tan necesaria para poder hacer cosas como esta.

Que tengas muchas reproducciones no te llena salas.

Sin duda alguna. Hay gente que tiene miles de reproducciones y luego van a Zamora o Valencia y nos son capaces de meter gente en una sala. Al final lo pasan mal ellos, porque alimentas mucho el ego en cuanto a tener seguidores en Instagram y luego haces un concierto y de pronto se encuentran con x personas y es un golpe de realidad. A día de hoy vender una entrada es algo muy pero que muy difícil.

Por tanto, sigues valorando que haya público en cada concierto.

Totalmente, lo hago todos los días, y más este pasado año que he estado haciendo conciertos en solitario y de repente vas a un teatro y hay 150 personas para verte. Es algo que me alucina, el que 150 personas quieran estar ahí. Cuando hice hace unos meses la Joy Eslava te juro que no pude dormir de la emoción tío, me tiré dos días con una resaca emocional gigante. Que la gente vaya y compre una entrada para verte, que se desplacen a otra ciudad, que cojan el coche o un hotel es algo que hay que valorar mucho. El público es nuestra gente, no son números, son personas, ellos son el motor para que un artista siga haciendo canciones, así que imagínate lo importante que es a todos los niveles.

Miguel Rivera