ZEPOROCK 2019

ZEPOROCK

14-15-16/06/2019

El Toboso, Toledo

A veces en la música hay que dejarse llevar, conocer y convencerse para disfrutar y palpar de primera mano el amor más verdadero hacia esta pasión que no es otra que la música. Esa es la que lleva a proyectos y medios como el nuestro en la comunicación o a locuras imaginativas y pasionales de la envergadura de un festival como el Zeporock.

alhora zeporock

No estaba dentro de nuestra agenda de festivales una sexta edición de un evento musical forjado en las mentes alocadas de Manuel Muñoz e Iván Martínez (51 Grados) como dos cabezas visibles de un gran equipo cuya pasión por la música hizo que 6 años atrás dieran con un festival para El Toboso, su querido pueblo. Con esa idea brindaron a su gente un evento musical que por tres días y con algunos añadidos que han ido sumándose, han convertido a este festival manchego un fijo para cada vez más personas.

noprocede zeporock

Un pueblo volcado con público de alrededores y Madrid como en nuestro caso que se deja arrastrar por una presentación tan diferente como única. Un evento para toda la familia, y decimos toda porque así es. Desde pequeños a mayores, su público es tan variado como su propuesta musical, muy enfocado al divertimento pero cuyo concepto mágico reside en su ubicación. El Albergue Dulcinea del Toboso es su sitio, un recinto con piscina y bungalows en los que alojan a sus bandas participantes, en un lugar tan único cómo como privilegiado. Árboles, sombras, una barra a precios populares, de los de verdad, dos escenarios en esta ocasión (Rockinante y Dulcinea) y una sesión básica hermanada con las Basik Sessions de Madrid.

mamita papaya zeporock

Con una piscina para suplir el calor en el centro, migas y caldereta, clases de baile rock con Rocío Molina y actividades para niños en la mañana del sábado en un evento repartido en formato y pensamiento durante tres días.

Nosotros hicimos acto de presencia el sábado pero el pistoletazo de salida con pasacalles y batucada tendría lugar el viernes. Acto oficial con Trío Bravo, La Vil Canalla y James Vieco Band para animar un primer día que, como nos contaron, fue pura diversión, con la idea de recorrer el pueblo y darle color y vida nocturna.

mamita papaya zeporock 2019

El sábado el concepto se implementa en el albergue, donde todo tiene lugar. Clases para niños, bailes, comidas, piscineo y mucha música, claro. Es la idea, el concepto familiar, cercano y tan humilde como repleto de cariño el que hacen del evento algo que sientes especial nada más entrar por su puerta. Su equipo hace que te sientas en casa, poniéndole cariño a todo lo que hacen, y eso se nota desde el propio trato a las bandas como al público. Pura comodidad para un festival de formato pequeño de los que hacen te olvides de las grandes masas y penurias que muchas veces hacen pasar los eventos multitudinarios, de grandes empresas y con grandes nombres pero sin la mitad de cariño y alma que derrochan estos festivales que se mueven por corazón.

the sweet vandals zeporock 2019

Así nos dejamos llevar. No, nos bañamos, pero la posibilidad está ahí, es más, muchos lo hacían mientras las Basik Sessions sonaban con su ya famoso y colorido sofá. Versiones a capela para amenizar el café con Alhora –qué recuerdos con “La Flaca” de Jarabe de Palo- con el diverso público coreando la misma, al rock urbano de los cada vez más grandes No Procede, quienes entre chapuzones de niños y pruebas improvisaron en medio de su actuación para acabar llenando su bungalow del público para terminar de cantar. Cosas que solo pueden ocurrir con su magia en Zeporock.

shiva zeporock

Si alguien pudiera tener sueño, el tropicaleo de MAMITA PAPAYA ya se ocupaba de quitarlo de un plumazo. Con un sol de justicia y sin mucho valor por acercarse al escenario, tuvieron que vérselas en la distancia con el público. Poco a poco entrarían todos en faena, ritmos fresquitos como su “Frigopié” y su rico “Aguacate” pero antes invitando al baile y la sonrisa, concepto también definitorio del Zepo como “Cama nudista” y “Soy una nube”. Buen rollito a pesar de no poder tocar por tiempos su ya hit “Juanito limón” y calor para un grupo que es para el verano y lo que resta del año, para momentos de bajón y subidón.

sugarcrush zeporock

Poco a poco más público y de la cerveza algunos pasaban ya la copa (3€ el doble de cerveza y 4,5€ los cubatas invitaban a ello). De la risa al puro humor canalla de SUGARCRUSH. La banda de Ciudad Real es una especie de Muchachada musical bien hecha, actitud irónica para disfrazar sus canciones de aires garage rock con letras que reír. Nos movíamos al otro escenario para, a la sombra de los árboles, degustar cortes como “Sol y calor”, lo grungero de “H.E.R.” sonidos noventa con fondo letrístico para llorar, como en “Tío mierda”. Ese humor que contagian con el acento manchego y con el que el público fue entrando rápidamente. Actitud y “estilo” propio para cagarse en las modas “Instagramers no”, el postureo de “Los festis” pasando por lo rebelde de Barrio Sésamo en “Espinete” ironía de tarde para cantar y bailar.

beluga zeporock

Entre risas y más risas llegaba el tono serio de unos BELUGA que siguen yendo a más. Lo portentoso de la voz de Carlos, un ciclón lleno de personalidad que sorprende a propios y extraños. Sudor y fuerza en canciones como “Te quiero enfermo”, “Detrás del corazón” o la increíble presencia musical que desprenden en “Bioluminiscencia”. Teatralidad para dar mayor empaque a un sonido muy personal e impactante sobre el escenario. Mantienen el ritmo e intensifican sus momentos con saltos y carreras, con una fuerza que tan pronto cambian bajándose al escenario en semi acústico para hacérselo con su público en el césped. “Un baile de sangre” o “Aprendiz de leones” para culminar un concierto sumamente serio y sorprendente.

beluga zeporock 2019

El Zepo elevaba el nivel y nos adentraba en lo alternativo de SHIVA o de TEARS IN RAIN. Sonidos noventa para un tinte rockero de buena factura para aderezarlos con el buen hacer del stoner rock de THE NIFTYS otra banda a tener en cuenta, que presentaba temas de su nuevo disco “Sweet bloody trip” con la fuerza de Anita al frente, capaces de ofrecer un blues a lo ZZ Top como el tema título o quemarnos bajo el soul rock de “Red rocket”.

the niftys zeporock 2019

Presencia y solidez que nos dejaba a todos contentos, ya cayendo la noche para que llegara el turno del soul y funk que manejan con magia excepcional dos bandas maestras en esto.

anaut zeporock

ANAUT es pura elegancia regalando canciones de indudable calidad como “Don’t let me down” o el sonido de escuela negra que es “Don’t cross the line”. Y por otro THE SWEET VANDALS, que no solo cogía el legado, lo llevaba más allá para romper caderas al ritmo de cortes como “Thank you for you” con el desparpajo, buen humor y talento que desprende en lo vocal su líder Mayka Edjo. Pura expresividad, ganas de hacerlo pasar bien y espíritu negro en un funk, soul y rock que hacía brillaran más los fuegos artificiales del Zeporock.

Y con ese buen rollo que mejor que, antes de entrar con la sesión DJ, continuar bailando si las fuerzas aguantaban con los ritmos instrumentales de THE GAGARINS. Lección de surf musical con dejes Tarantino para redondear la velada.

the gagarins zeporock

Cansados y felices de haber vivido una sesión musical, familiar, amigable y buen rollista como pocos festivales de pequeño formato consiguen. Pero sin acabar la cosa ahí y antes de regresar a Madrid, cata de vino y picoteo a la hora del vermut en las Bodegas Campos de Dulcinea para el flamenco y buen gusto de Gorka Capel, mucho talento y olor a despedida para un festival que cerraría hace unas horas con el ritmo de Fuel Grass.

Nosotros ya en Madrid con la sensación de haber vivido una especie de festival entre amigos, porque si el ZEPOROCK como decía al comienzo destaca por encima de todo, es por hacernos sentir a todos como en casa. Humildad, buen hacer y pasión, mucha pasión, la de Manu e Iván (junto al resto de su equipo) que hacen más humana y cálida la música, haciendo posible un evento de estas características desde el corazón para un festival de pueblo que, como bien se dice, y de lo que ahora nos damos cuenta, quien va, repite. Quedaros con eso y, el próximo año, id a conocerlo (conocerles). Es, sin duda, algo tan básico como zeporro, puro amor desde la más mágica locura.

Miguel Rivera